Los centros sanitarios disponen de unos horarios estándar para sus empleados, horarios que si bien están concebidos para la rutina asistencial de los centros en muchas ocasiones no casan con las posibilidades de los profesionales. Te damos a conocer las actividades humanizadoras en el ámbito sanitario.
Hay que cambiar de paradigma gestor, hay que dar un giro a lo que conocemos por la gestión convencional, para poder dar paso a una verdadera gestión de personas, una gestión centrada en los profesionales, donde se pueda dar valor a los mismos, lo que redundará sin duda en la institución, empezando por medidas sencillas y favorecedoras de un buen clima laboral:
Actividades sanitarias humanizadas para favorecer el clima laboral
- Adecuación de horarios.
- Conciliación de vida profesional y familiar.
- Régimen de permisos y licencias.
- Unidades de gestión de personas.
- Flexibilidad.
- Líderes humanizados y humanizadores.
- Predicar con el ejemplo.
Muchos pensaríamos que es descabellado poner en marcha acciones de adecuación de horarios, pero con una gestión de profesionales adecuada, basada en criterios humanizadores y por encima de todo con responsabilidad y valores compartidos, podría ser un gran elemento de humanización de la gestión.
La adecuación de horarios, es clave para la conciliación de la vida profesional y familiar, poder favorecer a los profesionales dedicarse a su trabajo sin olvidar a sushijos o padres, en definitiva, adaptar los horarios cumpliendo la jornada establecida.
Régimentes de permisos y licencias
Revisar los regímenes de permisos y licencias, adecuándolos a la realidad, con días de permiso justos y adecuados a las necesidades tanto de profesionales como de instituciones, para ello es imprescindible la creación de unidades de gestión de personas. Donde se sea capaz de lograr dinamizar, organizar y planificar lo anteriormente citado, unidades donde el perfil técnico en gestión de profesionales también se conjunte con un perfil más amable, personal y humanizador de lo que estamos acostumbrados.
Ya sabemos que es necesario cambiar ideas, cambiar modos de gestión, pero una unidad de gestión de profesionales bien diseñada, con interés compartido entre la institución y los profesionales va a redundar en mejor clima laboral. Y ese mejor clima laboral en mejor asistencia, y ¿quién gana en este caso? Los pacientes, ya que para ellos estamos en nuestros centros sea cual sea nuestro papel.
En muchas ocasiones me han comentado que el mejor gestor humanizador es el que más consiente a los profesionales, y siempre he rebatido esta afirmación gratuita, ya que una cosa es ser humanizador y otra es dejar de lado las funciones que tenemos como gestores.
El gestor humanizado
El gestor humanizado debe ser capaz de tener flexibilidad para encajar situaciones de diferentes niveles de complejidad en el trato con los profesionales, tener grandes dotes de empatía y saber manejar momentos de crisis personales (de los trabajadores) sin dejarse influir, ahí es donde radica el verdadero rol del gestor humanizado: esa mezcla armónica de empatía, escucha activa, dotes de comunicación…
Los líderes
Y dónde está esa barrera imaginaria que nos convierte en líderes sanitarios, aquí también radica un factor de éxito en el desempeño de la gestión humanizada, cuando el jefe se convierte en líder.
En ese líder capaz de ejercer la gestión de manera simple, porque los subordinados son conscientes de sus capacidades, de su análisis de las situaciones, de que cuando dice si es si, pero cuando dice no es no. Es cuando de verdad existe la simbiosis ideal liderazgo y humanización van de la mano, porqué el gestor que pretenda seguir el camino de la humanización debe predicar con el ejemplo, ser el espejo donde se van a mirar el resto, y van a imitar sus gestos, su compromiso, sus ganas de mejora y su compromiso con la organización (pertinencia, identificación con la misma…).
Pros y contras de la humanización sanitaria
Cuando se pretende realizar cambios en las formas de actuación en cualquier organización, hemos de estar atentos ya que es muy probable que existan resistencias a estos cambios previstos. En el caso de la humanización, el riesgo entraña una confusión por parte de los profesionales y sus responsabilidades: confundir humanización y trato de proximidad, con tomarse excesivas libertades.
Aquí es donde va estar la clave del proyecto humanizador en cuanto a gestión se refiere:
Un liderazgo donde se comunique con claridad, con respeto hacia y por los profesionales, con motivación para la mejoracontinua de los mismos, con habilidad para la gestión de las emociones, buscando día a día opciones de mejora, conconfianza en el equipo, con una flexibilidad ante el cambio que permita al equipo dar sus opiniones y sobre todo con coherencia, un valor que en muchas ocasiones adolecemos quienes nos dedicamos a la gestión.
Un buen gestor sanitario deberá implementar todas estas características anteriormente citadas, y que el Proyecto HUGES recopiló en la infografía adjunta.
Estas características gestoras van a facilitar la implantación y el desarrollo de estrategias de gestión humanizada y favorecerán la implicación de los profesionales, haciéndoles ver que la humanización es un bien para todos y no es una herramienta para que se aprovechen del sistema. Un gestor humanizado debe hacer uso de la humanización, pero sin olvidar las responsabilidades que se le exigen como gestor, ya sea a nivel intermedio o superior, ya que las organizaciones depositan en ellos la confianza necesaria para llevar a cabo dicho cometido.