Las prácticas basadas en evidencias ayudan a homogeneizar criterios y a tomar decisiones orientadas hacia la eficacia y la seguridad. Hoy Azucena Santillán García nos habla de la la ciencia en la toma de decisiones políticas.
Una enfermera en el Congreso. La ciencia en la toma de decisiones políticas
Las prácticas basadas en evidencias lleva décadas en nuestro ideario, y los esfuerzos realizados hacia la implementación evidencia científica en nuestros entornos clínicos ha sido notable. Pero la evidencia no es útil solo a la hora de resolver dudas clínicas, sino que puede ser utilizada en otros contextos porque en definitiva de lo que hablamos es de tomar de decisiones. Resolver áreas de incertidumbre son datos da seguridad, teniendo en cuenta que si cambian los datos las recomendaciones pueden variar. Además, los datos y las evidencias científicas nos sirven no solo para tomar decisiones en el cuidado de nuestros pacientes, sino que también nos resultan útiles para fortalecer aspectos profesionales, como puede ser la conveniencia de la practica avanzada o la necesidad de aumentar la ratio enfermera-paciente. Las demandas profesionales sin estas evidencias, resultan pobres e ineficaces.
Las enfermeras tenemos una formación y un desarrollo académico que nos incluye dentro del grupo de las profesiones científicas, pero parece que nos cuesta identificarnos como tal. No podemos olvidar que la precursora de la enfermería moderna, Florence Nightingale, está internacionalmente reconocida como una de las grandes mujeres científicas de la Historia. Este enfoque científico unido a la amplia visión que tenemos de los problemas que afectan a las personas, nos convierte en una poderosa herramienta para la toma de decisiones.
Por tanto, parece lógico pensar que las enfermeras contamos con las herramientas necesarias para tener una participación activa en la elaboración y desarrollo de las políticas públicas. Es más, nuestra participación resulta obligada desde el punto de vista deontológico dado que las enfermeras estamos situadas al lado de la población, de la salud y del bienestar social, abogando por todas aquellas cuestiones que mejoren la vida de las personas. Por eso me gusta denominarnos “el lobby bueno”. En este sentido me gustaría aclarar que me refiero a participación activa en las políticas públicas (policy), y no al desempeño de cargos políticos (politic).
Mas allá de la participación como político (por ejemplo la ex diputada de las Cortes Generales Marta Sibina), hay diferentes fórmulas de participación enfermera en el ámbito político, como son las Iniciativas Legislativas Populares (ILP) (por ejemplo la iniciativa “Educación cívica en emergencias”), o la transmisión de cuestiones que se lleven a debate en las distintas Cámaras regionales o nacionales.
Otra fórmula es la del asesoramiento científico que propone #Cienciaenelparlamento y en cual tengo el placer y el orgullo de participar. Con #Cienciaenelparlamento se pretende acercar a científicos y políticos para poder el conocimiento al servicio de la democracia y para ello se realizó una prueba piloto que consiguió que el Congreso de los Diputados aprobara por unanimidad la creación de una Oficina de Asesoramiento Científico. Más allá del orgullo personal que siento por haber sido seleccionada y haber contribuido, me siento sumamente orgullosa de que a partir de ahora se podrá decir que una enfermera fue parte del grupo de científicos que lograron esta gran meta. Una enfermera asistencial, con formación en investigación, con una enorme pasión por las prácticas basadas en evidencias y vocación por el servicio público. Una investigadora.
Cuando tantas veces nos dolemos por no estar en los puestos de toma de decisiones tenemos que ser conscientes de que las oportunidades casi nunca llegan al buzón de tu casa. Hay que buscarlas, y las enfermeras tenemos conocimientos y recursos como para atraer esas oportunidades. Cuando hablamos de llevar nosotras la silla a las mesas en las que se toman decisiones, hablamos de esto.
Las enfermeras debemos ser conscientes de que nuestra disciplina es ciencia y evidencia, y que necesitamos involucrarnos en todas aquellas iniciativas sociales en las que podamos aportar nuestra amplia visión de los problemas del ser humano, en todas sus facetas.
Bibliografía:
- Santillán García, A. (2020). Enfermería Basada en Evidencias (Capítulo 1). Toma de decisiones en salud: el avance de las prácticas basadas en evidencias. Tiempos de Enfermería y Salud, 2(7), 56-59. Recuperado a partir de https://tiemposdeenfermeriaysalud.es/journal/article/view/81
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- Santillán-García A, et al. #CienciaenelParlamento: la necesidad de una oficina parlamentaria de asesoramiento científico y tecnológico. Gac Sanit. 2020. https://doi.org/10.1016/j.gaceta.2019.08.004
- Santillán García A. Asesoramiento científico y competencia política enfermera. Metas Enferm nov 2019; 22(9):3-4; Fe de erratas en: Metas Enferm dic 2019/ene 2020; 22(10):78. https://doi.org/10.35667/MetasEnf.2019.22.1003081494
