¿Cuál es la influencia de la absorción en los efectos de un fármaco? Resolvemos la incógnita en este artículo.
Al administrar un fármaco tenemos que tener en cuenta entre otros factores la absorción, la biodisponibilidad y la concentración mínima necesaria para realizar su efecto.
Influencia de la absorción en los efectos de un fármaco
¿Qué tiene que pasar para que un fármaco haga su efecto?
Al administrar un fármaco este ha de llegar a su lugar de acción, alcanzar una concentración adecuada para producir el efecto y posteriormente debe ser eliminado. Para ello ha de sufrir una serie de procesos que de forma general incluyen la absorción, la distribución, el metabolismo y la excreción. A todos estos procesos se denomina farmacocinética.
¿Qué es la absorción de un fármaco?
La absorción estudia la entrada de los fármacos en el organismo desde el lugar dónde se administran.
La absorción hace referencia al paso del fármaco a través de las membranas celulares. Este paso dependerá de factores como la liposolubilidad o el grado de ionización, además de otros factores como las características de la preparación farmacéutica, del lugar de absorción y los fenómenos de eliminación presistémica. Un ejemplo de esta eliminación presistémica es el primer paso hepático que provocan que una parte del fármaco sea destruido antes de llegar a la circulación sistémica.
Por lo general, los fármacos liposolubles, de peso molecular pequeño y que se encuentran no ionizados, tendrán mayor facilidad para atravesar las membranas biológicas.
Factores que alteran la absorción de un fármaco
Entre los factores que alteran la absorción encontramos factores fisiológicos como la edad, el embarazo o la presencia de alimentos, factores patológicos como enfermedades que cursan con diarrea, vómitos o alteraciones de la absorción y factores iatrogénicos debidos a interacciones o incorrecta administración de los preparados.
Como calcular el efecto de un fármaco
Cuando nos preguntamos qué parte del fármaco produce el efecto que deseamos en el paciente, pensamos en el proceso de absorción, cuando en realidad tenemos que pensar en la biodisponibilidad.
La biodisponibilidad de un fármaco corresponde a la cantidad de un fármaco que accede a la circulación sistémica y que se encuentra, por lo tanto, en condiciones de producir el efecto. La biodisponibilidad de un fármaco tiene mayor interés clínico que la propia absorción.
La biodisponibilidad sólo tiene en cuenta la concentración en sangre, pero no el tiempo que tarda en alcanzarse. Para hablar de la concentración según el tiempo en que se alcanza se utiliza el término bioequivalencia. Dos fármacos, por lo tanto, serán bioequivalentes si alcanzan la misma concentración en sangre en el mismo tiempo o en un intervalo cercano.
Para la mayoría de los fármacos, sus efectos guardan estrecha relación con sus niveles plasmáticos y hablamos de concentración mínima eficaz (CME) para referirnos a la concentración necesaria para producir el efecto y concentración mínima tóxica (CMT) entendida como aquella que si se supera origina efectos tóxicos, la diferencia entre ambas la llamada concentración eficaz o margen terapéutico. Los llamados fármacos de margen terapéutico estrecho son aquellos en los que la diferencia entre la concentración eficaz y tóxica es pequeña.
Los niveles plasmáticos de un fármaco no son homogéneos, sino que varían a lo largo del tiempo, así se obtiene la curva de niveles plasmáticos que refleja la concentración del fármaco en sangre, en función del tiempo transcurrido.