Conoce qué precauciones debes tener como enfermera a la hora de aspirar las secreciones de una persona con una traqueostomía o tubo orotraqueal.
Si tienes cualquier duda sobre la aspiración de secreciones en un paciente con una traqueostomía, puedes preguntar al equipo de enfermeras expertas en urgencias y emergencias de SalusOne, a través de la web o descargándote la App desde el Google Play de Android o App Store de Apple.
Cuidados en la aspiración de secreciones a través de una traqueostomía
Precauciones
- Durante la aspiración se debe observar la aparición de: signos de hipoxia, broncoespasmo, hemorragia, arritmias, dificultad en la progresión de la sonda (tapón de moco, mala posición del tubo o cánula y mordimiento del tubo o sonda) y reflejo vasovagal.
- No forzar nunca la sonda si se encuentra una obstrucción. En caso de que el paciente se encuentre monitorizado, vigilar presión arterial, frecuencia cardiaca, arritmias, bradicardias y saturación de oxígeno.
- Animar al paciente a que respire profundamente y tosa entre cada aspiración.
- Si en la misma sesión de aspiraciones es necesario acceder al tracto respiratorio más de una vez, utilizar una sonda nueva para cada aspiración.
- Evitar la instilación rutinaria de suero fisiológico a través del tubo endotraqueal antes de la aspiración de secreciones bronquiales. En caso de que las secreciones sean espesas y secas se debe valorar el estado de hidratación del paciente y proporcionar métodos de humidificación y nebulizadores de suero fisiológico.
- No se recomienda la rotación de la sonda ni la succión intermitente al aspirar para evitar lesionar la mucosa.
- Si la cánula interna de la traqueostomía es fenestrada, se debe cambiar por una no fenestrada antes de aspirar, ya que si no se corre el riesgo de introducir la sonda por la fenestra y lesionar la mucosa subglótica.
- Limpiar el frasco contenedor de la bolsa de aspiración entre pacientes, cuando haya suciedad visible y semanalmente en el mismo paciente.
- Los fluidos de succión deben desecharse al menos cada 24 horas. Las tubuladuras y recipientes para las secreciones deben cambiarse entre pacientes, y siempre que exista suciedad visible.
Cuidados tras la intervención quirúrgica
- Vigilar la permeabilidad de la vía aérea.
- Realizar higiene bucal utilizando clorhexidina (0,12% – 0,2%).
- Mantener un aporte hídrico adecuado para conservar las secreciones fluidas siempre que no haya contraindicación.
- Vigilar signos y síntomas de aparición de infección.
Observaciones enfermeras
Los signos y síntomas que indican la necesidad de aspiración en los pacientes no ventilados mecánicamente son:
- Aumento de la frecuencia respiratoria.
- Hipotensión.
- Intranquilidad y ansiedad.
- Secreciones visibles o audibles
- Estertores y sibilancias a la auscultación.
- Tos ineficaz
En pacientes con ventilación mecánica pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Tos excesiva durante la fase inspiratoria del respirador.
- Aumento de la presión pico.
- Disminución del volumen minuto.
- Desadaptación del enfermo a la ventilación mecánica.
- Disminución de la saturación de oxígeno.
- Presencia de secreciones en el tubo endotraqueal.
La aspiración orofaríngea o nasofaríngea está contraindicada en:
- Pacientes con fractura de base de cráneo
- Epiglotitis
- Laringoespasmo
- Broncoespasmo
- Obstrucción por cuerpo extraño
La aspiración orofaríngea o nasofaríngea debe realizarse con extrema precaución en:
- Hemorragia pulmonar masiva
- Alteraciones de la coagulación
- Hemorragias nasofaríngeas
- Varices esofágicas
- Cirugía de tráquea reciente
- Cirugía gástrica con anastomosis alta
- Cirugía de las vías respiratorias superiores
La aspiración orofaríngea y nasofaríngea se asocia con complicaciones y riesgos como hemorragias, infección, atelectasia, hipoxemia, inestabilidad cardiovascular (bradicardia e hipotensión), aumento de la presión intracraneal (valorar el adecuado nivel de sedación y relajación antes de aspirar a enfermos con PIC elevada), lesiones en la mucosa, náuseas y vómitos y favorecer una broncoaspiración, angustia y malestar.
El paciente debe ser informado del procedimiento a realizar, con el fin de reducir al mínimo el estrés, el malestar, el aumento de la presión arterial y frecuencia cardíaca.
La presión para la aspiración es generalmente 80-120 mm Hg. Una presión negativa de 200 mmHg se puede aplicar siempre que el tamaño del catéter de aspiración utilizado sea el adecuado.
Las múltiples aspiraciones en la vía aérea inferior contribuyen a que aparezcan bacterias y su colonización y aumente la posibilidad de neumonía nosocomial.
La pre-oxigenación con oxígeno al 100%, reduce la aparición de hipoxemia inducida por la succión hasta en un 32%.
La hiperoxigenación e hiperinsuflación antes de la aspiración puede reducir el riesgo de hipoxemia.
Para prevenir disminución de la saturación de oxígeno, se recomienda la pre-oxigenación con oxígeno al 100% por lo menos durante 30 segundos antes y después de la aspiración.
Si tienes cualquier duda sobre como manejar un ventilador respiratorio, puedes preguntar al equipo de enfermeras expertas en urgencias y emergencias de SalusOne, a través de la web o descargándote la App desde el Google Play de Android o App Store de Apple.
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