Al seguir formándote como enfermera, sabrás que algunas formaciones te otorgan créditos ECTS y otras créditos CFC. Pero puede que te surjan algunas dudas: ¿son lo mismo los créditos CFC que los ECTS? ¿Para qué sirven realmente los créditos ECTS en enfermería? En este post respondemos a todas tus preguntas.
Las enfermeras tenemos que estar permanentemente formándonos durante toda nuestra vida laboral, ya sea a través de másters, cursos, webinars o publicaciones científicas.
Pero, ¿todas las formaciones son igual de buenas?
Desde SalusPlay te recomendamos que realices un plan en función de tus objetivos profesionales, priorizando aquellas formaciones que te van a dar la posibilidad de adquirir los conocimientos que necesitas y que además te van a facilitar obtener el puesto de trabajo que deseas.
¿Quieres saber más sobre este sistema?
Sigue leyendo porque en este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre los créditos ECTS en Enfermería.
Que son los créditos ECTS
Los créditos ECTS (Sistema Europeo de Transferencia de Créditos) son una herramienta para acreditar la formación universitaria que recibes.
Si te interesa saber cómo funcionan los créditos universitarios, lo primero que debes tener en cuenta es que son comunes en casi todos los países europeos, por lo que los créditos que obtienes en España te valdrán igual si decides trabajar en otro estado de la UE.
El objetivo de estos créditos es fomentar la movilidad y la igualdad de condiciones entre los estudiantes.
Este sistema entró en vigor en 2010 con el Plan Bolonia, y a diferencia de los créditos universitarios tradicionales, no se corresponden únicamente con el número de horas impartidas.
También miden otros aspectos de la formación:
- Estudio en casa.
- Asistencia a talleres o seminarios.
- Realización de prácticas y proyectos.
- Preparación de exámenes.
- Tutorías.
Como norma general, un crédito ECTS supone que tienes que trabajar unas 25 horas, aunque esto solo es una estimación.
Para que te hagas una idea, 30 ECTS equivalen a un semestre universitario, mientras que 60 ECTS al volumen de trabajo de un año académico completo.
Beneficios de los créditos ECTS para enfermeras
Si quieres saber para qué sirven los ECTS, debes saber que tanto si intentas acceder a tu primer trabajo como si quieres escalar en tu carrera, los créditos ECTS te aportan numerosas ventajas en tu currículum.
Entre sus beneficios más importantes destacan los siguientes:
- Créditos ECTS para oposiciones y bolsas de empleo: los postgrados, ya sean másters o expertos universitarios, con créditos ECTS suman tus puntos en las OPE, lo que aumenta considerablemente tus posibilidades de acceder a una interinidad o un plaza como enfermera en el servicio de salud de tu comunidad autónoma.
- Facilitar la promoción interna: si en tu lugar de trabajo queda vacante un puesto que te interese, tendrás más posibilidades de acceder a él si tienes puntos por un máster con créditos ECTS. Y lo mismo ocurre con los traslados a otros centros o comunidades.
- Trabajar en el extranjero más fácilmente: gracias a los créditos europeos, la convalidación de estudios dentro de UE es más sencilla, sin apenas papeleo.
- Seguir con tus estudios en otro país: puedes hacer la carrera en España y luego un máster en el extranjero.
- Acceder al puesto que desees como enfermera: mediante los máster con acreditación ECTS te puedes formar en el área que más te guste, como urgencias, quirófano o cuidados intensivos entre otros muchos.
Diferencias entre los créditos ECTS y los créditos CFC
Existe otro sistema de homologación muy común en el ámbito sanitario y en concreto en el de la Enfermería, como son los créditos CFC (Créditos de Formación Continuada).
Para evitar confusiones, vamos a explicarte cuáles son las diferencias entre ellos:
Ámbito de aplicación
La principal diferencia, es que los créditos ECTS se usan en todos los estudios universitarios, ya sean de grado o postgrado, mientras que los CFC se utiliza para acreditar la formación continuada.
Los créditos CFC se otorgan en actividades formativas no universitarias, como por ejemplo:
- Cursos.
- Seminarios.
- Talleres.
- Sesiones clínicas.
- Reuniones científicas.
Para que una formación proporcione créditos CFC, tiene que contar con el visto bueno del Consejo de Acreditación de las Profesiones Sanitarias.
Por lo tanto, si decides estudiar un curso de Enfermería, lo más normal es que el curso te otorgue créditos CFC, mientras que un máster o un experto universitario te otorgue créditos ECTS.
Eso sí, puede ser que haya Másteres (ECTS) que tienen asociado una serie de créditos CFC, lo que te otorga una puntuación mayor, como los másteres de SalusPlay.
Criterios de asignación
Si te preguntabas por la equivalencia créditos CFC y el número de horas, aunque en ocasiones la equiparación es que 10 horas de estudio equivale a 1 CFC, debes saber que estos créditos no tienen una relación directa con la cantidad de tiempo dedicado al estudio.
En su lugar, se basan en cinco factores distintos:
- Pertinencia de la actividad.
- Objetivos de la actividad.
- Metodología docente.
- Evaluación.
- Organización y logística.
En cada nuevo curso o edición, la Comisión de Formación Continuada revisa el número de créditos que se otorgan.
Por eso, aunque normalmente no se produce una modificación importante, los créditos CFC que se indican en un curso son orientativos, ya que se refieren a la edición anterior.
Validez
Mientras los créditos ECTS son válidos en otros países europeos, con los CFC no es tan fácil.
Según la normativa, estos créditos solo tienen reconocimiento en el territorio español.
Aun así, es posible que puedas convalidar tu formación CFC fuera de España, pero depende de los criterios y convenios de los distintos países.
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Está claro que junto con la experiencia profesional, la formación en Enfermería es uno de los méritos más importantes para conseguir un empleo de calidad.
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