TEMA 9. CONTRAINDICACIONES DE LA LACTANCIA MATERNA.


Existen muy pocas situaciones que contraindiquen la lactancia materna. La desinformación y el desinterés de los profesionales sanitarios llevan a recomendar el cese prematuro o la suspensión temporal en múltiples ocasiones en las que no sería necesario. Contraindicar, ignorar o dificultar la lactancia materna no es ético ni responsable. 

 

  1. CONTRAINDICACIONES MATERNAS

Es habitual que una mujer que desea amamantar consuma algún tipo de fármaco y que su médico de referencia desconozca el paso de este a la leche materna. Las mujeres que inician la lactancia materna toman una media de 2 o 3 fármacos diariamente. La página e-lactancia.org es de referencia para la consulta más actualizada del uso seguro de fármacos, contrastes de pruebas radiológicas o incluso vacunas que pueden pasar a leche materna. Este sitio web ofrece también alternativas seguras si el fármaco consultado presenta riesgo.

Para que una sustancia consumida por la madre afecte a la lactancia materna debemos conocer si inhibe la secreción láctea, si se elimina en la leche, cuánto tiempo persiste en la leche, si hay paso al lactante y si es tóxica para el lactante. La mayoría de los medicamentos sí se encuentran en leche materna, aunque generalmente no exceden el 1% de la dosis ingerida. Los niveles del fármaco en leche son independientes del volumen de esta. Los estrógenos, los anticolinérgicos, la pseudoefedrina, los tiazídicos o los antiparkinsonianos inhiben o disminuyen la secreción láctea.

Los fármacos que entran al torrente sanguíneo, o bien permanecen libres, o bien se unen a proteínas. La parte unida a proteínas actúa como reservorio del fármaco y se equilibra con la parte libre. La parte libre es la que atraviesa la membrana hacia las células de los alveolos mamarios, a través de difusión simple, facilitada o pinocitosis. Al final del embarazo se reducen las proteínas plasmáticas en sangre materna, por lo que aumenta la parte libre del fármaco y con más facilidad pasa hacia la leche. La fase de calostro es en la que más permeables son las membranas de los alveolos, por lo que mayor cantidad de fármaco las atravesará. Igualmente, se encontrará una concentración más alta en plasma materno que en leche de la mayoría de los medicamentos. También influye el pH o la ionización de las sustancias, donde los fármacos que no se ionizan se excretan en mayores cantidades en leche materna. Su peso molecular y su solubilidad en agua y lípidos también afectan.

De forma general contraindican la lactancia materna los siguientes fármacos:

  • Antineoplásicos.
  • Fenindiona.
  • Amiodarona.
  • Derivados del ergot (bromocriptina, cabergolina y lisurida).
  • Yoduros.

Prácticamente todos los antibióticos son compatibles, aunque se recomienda evitar las quinolonas. Las pruebas de imagen y los contrastes empleados suelen ser compatibles, así como los procedimientos de odontología o estética. Si se plantea una prueba con isótopos radiactivos se debe comprobar cuánto tiempo se debe dejar de amamantar en función del isótopo empleado. El consumo de drogas de abuso social también contraindica la lactancia materna.

Respecto al fármaco es importante saber su persistencia en leche materna. Es interesante conocer el pico de acción de la sustancia, que depende de la vía de administración, y su vida media de eliminación.

Por otro lado, es interesante conocer el paso de fármacos consumidos por la madre al lactante y su toxicidad. No existe una manera exacta de conocer la cantidad que pasa a la sangre del lactante porque afectan múltiples factores. Algunos compuestos que aparecen en dosis muy bajas en leche materna pueden acumularse en el organismo del lactante y ser muy tóxicos. Es especialmente importante conocer la madurez en el momento del nacimiento, es decir, su edad gestacional en el parto. A menor edad gestacional, peor tolerancia a los fármacos, por inmadurez y por diferencias en la composición corporal (menos grasa, menos proteínas, etc.). Los fármacos que desplazan a la bilirrubina pueden comprometer su metabolización y propiciar la hiperbilirrubinemia y sus complicaciones. El intestino del recién nacido es especialmente permeable y el paso de fármacos puede producir diarrea, estreñimiento, colitis pseudomembranosa, etc.

En nuestro medio el VIH contraindica la lactancia materna. En medios en los que no se pueda garantizar la preparación de la alimentación con fórmula en condiciones apropiadas de higiene, seguridad y sostenibilidad se prefiere el amamantamiento. La infección por HTLV (HTLV-1: virus linfotrópicos humanos de células T o leucemia humana de células T) también contraindica la lactancia materna. Si hay Herpes Simplex Tipo 1 (HSV-1) con lesiones activas en la mama, se debe evitar el contacto directo con la boca del lactante hasta su curación y se recomienda la lactancia diferida. La tuberculosis activa bacilífera no tratada desaconseja la lactancia materna directa. Tras dos semanas de tratamiento adecuado puede reinstaurarse el amamantamiento. 

 

  1. CONTRAINDICACIONES DEL LACTANTE

Las contraindicaciones por parte del recién nacido son menos frecuentes y, de existir, suelen detectarse con el paso de los días.

A pesar de que resulta común en nuestra sociedad, la mayoría de los humanos y otros mamíferos adultos no toman leche más allá de la infancia. El organismo pierde progresivamente la capacidad de digerir correctamente la lactosa. Sin embargo, la intolerancia a la lactosa congénita es extremadamente rara y se hereda de forma autosómica recesiva. El tratamiento de esta alteración consiste en alimentar al lactante con leche sin lactosa.

La galactosemia está causada por déficit de galactosa-1-fosfato uridiltranferasa, de manera que el lactante no puede digerir la galactosa, monosacárido que junto a la glucosa forma el disacárido lactosa. Los síntomas varían e incluyen ictericia, diarrea, vómitos, pérdida ponderal, etc. Sólo las formas más graves contraindican por completo la lactancia materna. La alimentación se debe hacer con leche libre de galactosa.

La fenilcetonuria es la más común de las alteraciones del metabolismo de los aminoácidos. El tratamiento es la lactancia materna parcial, ya que todos los lactantes necesitan ciertas cantidades de fenilalanina, y leche de fórmula libre de este aminoácido. Se deben monitorizar los niveles de fenilalanina ingerida.

En las situaciones en las que se contraindica la lactancia materna parcialmente se recomienda seguir amamantando si el binomio lo desea, pues los beneficios para madre y lactante son ampliamente conocidos.

Cuando se contraindique la lactancia materna los profesionales deben ser un gran apoyo para la madre y familia, puesto que sus planes han cambiado y pueden sentirse frustrados.

 

BIBLIOGRAFÍA

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