Tema 1. Valoración Ginecológica de Enfermería.


La rama de la enfermería ginecológica es un área específica de la atención enfermera que estudia todos los aspectos relacionados con el ciclo vital de la mujer y todo lo que rodea a los aspectos psicológicos y patológicos de la mujer.

La valoración de enfermería en el área de urgencias debe tener presente siempre las múltiples dimensiones que tienen todos los aspectos de su salud sexual. Además, es necesario valorar tanto los aspectos clínicos que se presentan, como sus posibles riesgos y consecuencias.

 

1. HISTORIA CLÍNICA

La valoración enfermera en los procesos ginecológicos se suele realizar de forma conjunta con un médico o con una enfermera especialista.  En la historia clínica se debe de recoger información sobre:

-Anamnesis

La anamnesis ginecológica consiste en una descripción de los problemas que motivan la consulta (síntoma más importante, antecedentes de la enfermedad actual), de los antecedentes menstruales, obstétricos y sexuales, y de los síntomas, los trastornos y los tratamientos ginecológicos. Podemos clasificar la información de la siguiente manera:

-Síntomas actuales, como sangrados vaginales anormales, flujo vaginal, presencia de dolor… .

-Antecedentes menstruales, incluidos los siguientes:

  •  Edad de la menarquia
  •  Número de días de la menstruación
  •  Longitud y regularidad del intervalo entre ciclos
  •  Día de comienzo del último período menstrual (fecha de la última menstruación)
  •  Fechas del período precedente (período menstrual previo)
  •  Color y volumen del flujo
  •  Otros síntomas que acompañan a la menstruación, como dolor por ejemplo.

La duración del ciclo menstrual en una mujer adulta suele ser de 28 días, pero se considera normal tener ciclos menstruales de entre 21 días a 35 días.

-Antecedentes obstétricos: número de embarazos previos, incluyendo los abortos o los embarazos ectópicos o molares. También si existen cesáreas previas. Es necesario conocer las fechas de los eventos descritos.

- Antecedentes ginecológicos: incluyen preguntas sobre síntomas ginecológicos previos (p. ej., dolor), signos (p. ej., sangrado vaginal, flujo) y diagnósticos conocidos, al igual que resultados de cualquier estudio realizado.

Es necesario conocer si tiene alguna patología ginecológica diagnosticada, y en ese caso, que síntomas le provoca y si tiene algún tratamiento.

-Antecedentes sexuales: requieren especial cuidado, y podemos incluir:

  •  Datos relacionados con la actividad sexual
  •  Número y sexo de los compañeros
  •  Método anticonceptivo usado actualmente así como con anterioridad
  •  Prácticas de sexo no seguro

-Antecedentes de interés: patologías crónicas, intervenciones quirúrgicas previas, medicación que esté tomando de forma crónica o puntual… .

-Obtener información sobre hábitos de consumo de sustancias tóxicas como alcohol, tabaco, drogas de uso ilegal.

-Antecedentes familiares, sobre todo relacionados con procesos oncológicos o hereditarios.

-Examen físico

Incluye la valoración de las mamas, abdomen y pelvis. Además, es necesaria normalmente una valoración genital. Esta puede hacerse a través de inspección, o usando un espéculo. La exploración ginecológica requiere que la paciente se sitúe en lo que se denomina «posición ginecológica» o de litotomía. Además, debe realizarse con guantes y comienza con la inspección de los genitales externos, monte de Venus y perineo. Deben explorarse los labios mayores, menores y el introito vaginal. Deben idénticas y localizarse la presencia o no de lesiones, como úlceras, verrugas, cicatrices o tumoraciones. También deben inspeccionarse la zona clitoriana y el meato uretral.

En ocasiones puede ser necesario un tacto bimanual, en el que los dedos índice y medio de la mano dominante se introducen en la vagina justo detrás del cuello. La otra mano se coloca justo encima de la sínfisis pubiana y comprime delicadamente el abdomen para determinar el tamaño, la posición y la consistencia del útero y, si es posible, de los ovarios.

-Pruebas complementarias.

Ya sea una citología, un examen de secreción vaginal o cervical, toma de biopsia o incluso una prueba de embarazo. En ocasiones, puede ser necesaria una prueba de imagen, estudios analíticos, hormonales o microbiológicos.

-Valoración de constantes: peso, IMC, T.A, temperatura,… .