1. MONITORIZACIÓN FRECUENCIA CARDIACA
Es el número de contracciones del corazón en un minuto. El valor normal se encuentra entre 60 – 100 latidos por minuto (lpm). Valores inferiores a 60 lpm hablaremos de Bradicardia y valores por encima de 100 lpm le llamaremos Taquicardia.
Nuestro registro de la frecuencia cardiaca del paciente, lo realizaremos a través de electrodos que se le pegan en el pecho. Esta actividad eléctrica, quedará registrada en forma de onda de ECG en el monitor del paciente.
La frecuencia cardiaca depende de:
- Las contracciones del ventrículo iquierdo.
- Cantidad de sangre que es eyectada en cada sístole.
- Distensibilidad de las arterias y de la resistencia arteriolar periférica.
Cualquier anomalía que pueda sufrir el paciente tanto en el ritmo o en una desconexión durante el registro, generará una incidencia que hará saltar las alarmas audibles y luminosas programadas en el monitor.
Revisar las alarmas por turno será tarea de enfermería para garantizar la correcta monitorización de este parámetro.
2. MONITORIZACIÓN ELECTROCARDIOGÁFICA
La necesidad de monitorización electrocardiográfica de los pacientes en UCI hizo desarrollar sistemas de monitorización del ECG contínuo.
Con la monitorización electrocardiográfica se representa gráficamente la actividad eléctrica cardiaca. Su recogida es contínua en la pantalla y se realiza a través de una serie de electrodos que amplificadan la señal y la registran el monitor.
El registro estándar del ECG es el obtenido de 12 derivaciones y utilizando 10 electrodos. Cuando monitorizamos de forma continua se utilizan de 3 a 5 electrodos para la obtención de 1 a 6 derivaciones. Este tipo de monitorización persigue fundamentalmente la detección de arritmias cardiacas y alteraciones ST, en lo posible, minimizará el número de cables y electrodos.
Enfermeria se encargará de:
- Tener en cuenta los posibles artefactos durante el registro. Los electrodos deben colocarse en la piel. Si colocamos los electrodos sobre superficies óseas disminuiremos las interferencias por la contractilidad muscular. Pueden aparecer interferencias por otros aparatos eléctricos (respirador, calentadores de líquidos, electrobisturí u otro tipo de monitores).
- Reemplazar los electrodos cada 24 horas ya que pierden calidad adhesiva.
- Control de la piel para evitar lesiones o alergias.
- Colocación de los electrodos y cables de forma que no se enrollen alrededor del cuello o extremidad del paciente puedan producir isquemia. Ni lesiones por decúbitos de los cacles en la piel, en muchas ocasiones por el estado neurológico de los pacientes no pueden moverse con facilidad y pasan horas en la misma postura.
2.1. Monitorización con 3 electrodos
Con la monitorización con 3 latiguillos se muestra un solo canal de monitorización, generalmente DII. Muy común en la opción de registro de los monitores de traslado o portátiles.
La colocación de los electrodos será formando un triángulo sobre el tórax del paciente, que englobe al corazón. Además, deben estar lo suficientemente separados para que no estorben en el caso de hacer RCP o tener que desfibrilar.
Si los cables vienen codificados por colores, se dispondrán de la siguiente forma:
- ROJO o R (right): parte superior derecha del tórax. Infraclavicular derecho.
- AMARILLO o L (left): parte superior izquierda del tórax. Infraclavicular izquierdo.
- VERDE o F (Feet): parte inferior izquierda del abdomen.
2.2. Monitorización con 4 electrodos
Permite la posibilidad de mostrar varios canales de derivaciones.
- Rojo o R (Right), parte superior derecha del tórax. Infraclavicular derecho.
- Amarillo o L (Left), parte superior izquierda del tórax. Infraclavicular izquierdo.
- Verde o F (Feet), electrodo en parte inferior izquierda del abdomen.
- Negro o N (Neutro), en parte inferior derecha del abdomen.
2.3. Monitorización con 5 electrodos
Es la monitorización más habitual que nos ofrece el monitor del Box del paciente.
- ROJO o R: parte superior derecha del tórax.
- AMARILLO o L: parte superior izquierda del tórax.
- NEGRO o N: parte inferior derecha del abdomen.
- VERDE o F: parte inferior izquierda del abdomen.
- BLANCO o C: parte central del tórax. Sobre la posición de V1 o V2. Se suele poner en V1 para la monitorización de arritmias supraventriculares y en V5 para la monitorización en caso de síndromes coronarios agudos.
2.4. Monitorización EASI
Este sistema permite la monitorización continua de un ECG de 12 derivaciones, pero solo con la colocación de 5 electrodos. Realizamos el ECG desde el monitor del Box del paciente. Se realiza mediante un software específico. Existe una diferencia significativa en el registro electrocardiográfico entre el método convencional y el EASI en la anchura del QRS, pero sin implicación clínica.
Los electrodos se colocan de la siguiente manera:
- E (blanco): 5º espacio intercostal, en la región inferior del cuerpo del esternón.
- A (verde): línea medioaxilar izquierda a la misma altura que el electrodo E.
- S (amarillo): en el manubrio del esternón.
- I (rojo): línea medioaxilar derecha a la misma altura que el electrodo E.
- G (negro): en cualquier zona que no coincida con las anteriores, preferentemente en hipocondrio derecho. Es el electrodo de tierra.
El método EASI equivale al ECG convencional en la evaluación rutinaria de pacientes polivalentes con o sin patología coronaria, no lo sustituye, pues sigue precisándose el ECG de 12 derivaciones para un diagnóstico más preciso.
3. MONITORIZACIÓN CON TELEMETRIA
Es la monitorización de pacientes a distancia mediante unas mediciones que son realizadas por dispositivos in situ, portátiles que es envían la información registrada al centro de control u operador del sistema por cualquier vía telemática.
En el ámbito hospitalario esta tecnología es muy utilizada para monitorizar pacientes a distancia y uno de los principales usos es la monitorización de la función cardíaca, de ahí que se refiera como telemetría cardíaca.
La telemetría cardíaca, por tanto, es la monitorización de la función cardíaca de un paciente en una localización remota. Los parámetros medidos son similares a los que mide el electrocardiograma, que mide la actividad eléctrica del corazón, incluyendo la frecuencia y características del latido. La telemetría cardíaca se utiliza en pacientes con cardiopatías, pero también en pacientes que no padecen ninguna cardiopatía, pero presentan riesgo de fallo cardíaco por algún motivo; por ejemplo, en pacientes en shock traumático.
Imagen 4. Telemetria control enfermería UCI.
En resumen, la telemetría cardíaca puede ser recomendada en estos casos:
- Problemas cardíacos (infartos, arritmias, etc).
- Problemas pulmonares (coágulos, edema).
- Intervención quirúrgica con sedación o anestesia.
- Monitorización del efecto farmacológico de medicamentos que afecta al ritmo cardíaco.
- Traumatismos y estados de shock.
- Insuficiencia renal.
- Embolias.
- Derrame cerebral.
La telemetría es frecuente en pacientes hospitalizados y en las unidades de cuidados intensivos. Las mediciones de la función cardíaca son registradas mediante electrodos colocados en el paciente y conectados a un transmisor que envía las mediciones al centro de control, generalmente en la unidad de enfermería, dónde los profesionales de salud pueden monitorizar a varios pacientes a la vez de forma continua y permitiendo actuar rápidamente si aparece algún problema. Además, permite recopilar información que puede ser muy útil para los Cardiólogos e Intensivistas, tanto con fines diagnósticos como de tratamiento.
El transmisor telemétrico puede ser portátil y transmitir los datos por vía inalámbrica, lo que permite que el paciente pueda moverse, siempre que no salga fuera del rango de alcance de la estación de control.
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