TEMA 1. MONITORIZACIÓN DEL PACIENTE


La labor de los anestesistas siempre ha sido conocida como la de “dormir” y paliar el dolor del paciente. Sin embargo, sus funciones van mucho más allá. Una de sus grandes funciones desconocidas es la de vigilar, velar y cuidar del paciente mientras éste es sometido al procedimiento quirúrgico. De hecho, la ASA (American Society of Anesthesiologists) tiene como propio el lema “la vigilancia”.

Si hay algo que ayuda a los anestesistas en esa “vigilancia” es la monitorización. En este sentido, la ASA elaboró en el año 1986 los estándares mínimos para la vigilancia transoperatoria del paciente. Posteriormente ha habido varias modificaciones y adaptaciones, entre ellas la de la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR), la cual en el año 1996 elaboró una guía basada en dichos estándares. Vemos en ellos que la adecuada y correcta monitorización es uno de sus pilares fundamentales. A continuación, se exponen dichos estándares.

 

ESTÁNDAR I

Debe haber personal de anestesia cualificado presente en el quirófano durante la anestesia, ya sea esta general, regional o local, que precise cuidados monitorizados.

Objetivo:  debido a los cambios rápidos en el estado del paciente durante la anestesia, el personal de anestesia cualificado ha de hallarse presente para vigilar al paciente y proporcionar cuidados de anestesia. En el caso de que deba ausentarse por una urgencia deberá dejar a una persona cualificada al cargo.

 

ESTÁNDAR II

Durante todas las anestesias se debe valorar de forma continua la oxigenación, ventilación, circulación y temperatura del individuo. 

 

 

BIBLIOGRAFÍA