1. LA POBLACIÓN DE ESTUDIO
La población o universo es el conjunto de individuos u objetos de los que se desea conocer algo en una investigación. Es la totalidad de individuos o elementos en los cuales puede presentarse determinada característica que va a ser estudiada. Por lo general, no es posible abarcar a toda la población destinataria debido a su elevado número, al costo y al tiempo. En cambio, se estudia a un subconjunto de la población, a partir de la cual se extraen conclusiones (o inferencias), que se aplican a la población destinataria.
El universo debe quedar claramente identificado desde el inicio de la investigación y se debe ser específico al incluir los elementos que forman parte de ella.
En investigación, a esta población de estudio se le conoce como población diana y viene delimitada por características demográficas, sociales, hábitos, problemas de salud, etc.
Dentro de esta población diana se encuentra la población accesible o población de estudio, que es el conjunto de casos que son accesibles para el investigador. Viene determinada por consideraciones prácticas en función de la accesibilidad que tengamos a los sujetos (existencia de registros, circunstancias que faciliten la colaboración, etc.). En la investigación en salud, el consultorio o el hospital puede proporcionar la población accesible. Sin embargo, esta no necesariamente representa a la comunidad, si no a todas las personas que acuden al consultorio o al hospital para el tratamiento de la enfermedad en cuestión. Esto no significa que no deban hacerse estudios realizados en el consultorio o en el hospital. Proporcionan información útil, pero los resultados no deberán presentarse como si reflejaran los correspondientes a todas las personas que padecen la afección.
La muestra es el grupo de individuos que realmente se estudiará. Para que se puedan generalizar los resultados tiene que seleccionarse de modo que sea lo más representativa posible de la población destinataria y con una cantidad suficiente para obtener respuestas válidas. El número de individuos de la muestra normalmente se representa por n, y el número de individuos de la población por N.

2. LA MUESTRA
La muestra es un subconjunto o parte del universo o población en que se llevará a cabo la investigación con el fin posterior de generalizar los hallazgos. Para generalizar los hallazgos al todo, esa parte que se estudia tiene que ser representativa de la población, es decir, debe poseer las características básicas del todo.
Por ejemplo, si en la población de estudio hay un 55% de mujeres y un 45% de hombres, la muestra deberá aproximarse a esta proporción. Es evidente que la mejor forma de estar seguro de esa representatividad sería estudiando toda la población, sin embargo, esto no siempre es posible o conveniente. En el caso de estar formada por una cantidad ilimitada de unidades, la imposibilidad de estudiarlo todo surge por no conocerse su magnitud.
En general, en la investigación se trabaja con muestras y a pesar de que no hay garantía de su representatividad, hay una serie de ventajas que se pueden destacar:
- Permite que el estudio se realice en menor tiempo.
- Se incurre en menos gastos.
- Posibilita profundizar en el análisis de las variables.
- Permite tener mayor control de las variables a estudiar.
Se tendrán en cuenta los conceptos de validez interna y validez externa, pues de lo contrario queda comprometido el desarrollo del estudio. La validez interna es la validez del propio estudio. Hace referencia a que éste no presente errores y sea desarrollado con el rigor científico necesario, que la muestra sea elegida correctamente, que los criterios de selección sean bien definidos, que sea representativa de la población y de acuerdo a un diseño apropiado.
La validez externa está relacionada con la generalización de los resultados, es decir, con la extrapolación de los resultados de la muestra a la población diana (la muestra debe, para ello, tener las mismas características que la población de origen).
La muestra a seleccionar tiene que ser representativa de esa población para poder hacer generalizaciones válidas. Se estima que una muestra es representativa cuando reúne las características principales de la población en relación a la variable o condición particular que se estudia.
La representatividad de una muestra está dada por su tamaño y por la forma en que el muestreo se ha realizado.
3. LOS CRITERIOS DE SELECCIÓN
Lo primero que hay que hacer es definir la unidad de análisis (individuos, organizaciones, periódicos, comunidades, situaciones, eventos, etc.). Aquí el interés se centra en “qué o quiénes”, es decir, en los participantes, objetos, sucesos o comunidades de estudio (las unidades de análisis), lo cual depende del planteamiento de la investigación y de los alcances del estudio.
Ahora bien, generalmente no toda la población accesible será válida para el estudio, por lo que los investigadores deben especificar los criterios que definen quienes deben incluirse y quiénes no. Este proceso de selección va a delimitar a la población elegible.
Los criterios de selección suelen reflejar alguno de los siguientes aspectos:
- Coste: algunos criterios reflejan restricciones de coste. Por ejemplo el acceso a ciertos datos que pueda tener un sobre coste o la disponer de cuestionarios o materiales necesarios para el desarrollo del estudio que pueden ser costosos pueden limitar las posibilidades.
- Problemas de orden práctico: problemas para incluir a personas de difícil acceso geográfico.
- Posibilidad de participar en un estudio: puede ser necesario excluir de un estudio a personas que no puedan complementar un cuestionario.
- Consideraciones de diseño, ya que a veces es adecuado definir una muestra más homogénea para controlar variables extrañas.
Estos criterios, que han de especificarse en el apartado de “material y métodos” del estudio, son de dos tipos:
- Criterios de inclusión (criterios de elegibilidad): especifican las características que la población debe tener. Suelen referirse a las características geográficas y temporales de la población accesible. Implican a veces ciertas concesiones entre los objetivos científicos y los prácticos. Sobre estas y otras decisiones acerca de los criterios de inclusión no hay un solo modo de acción que sea claramente acertado. Lo importante es tomar decisiones sensatas, que quepa utilizar de manera consistente a lo largo del estudio y que proporcionen una base para conocer a quién se le aplica las conclusiones publicadas.
- Criterios de exclusión: define características que sus miembros no deben tener, es decir, indican subgrupos de personas que serían adecuados para la pregunta de investigación si no fuera por características que podrían interferir en el seguimiento, la calidad de los datos o la posibilidad de aceptar la intervención. Una buena norma que preserva el número de posibles participantes en el estudio es tener tan pocos criterios de exclusión como sea posible.
