El cáncer representa una de las principales cargas de enfermedad a nivel mundial y en España, con un incremento sostenido en su incidencia debido al envejecimiento poblacional, la mayor exposición a factores de riesgo como el tabaco, el alcohol o el sedentarismo, y la mejora en la detección precoz. Entre los tumores más frecuentes destacan el de mama, colon y recto, pulmón y próstata, con variaciones según el sexo. La prevalencia depende de la supervivencia, siendo más elevada en tumores con buen pronóstico, como mama o próstata, y más baja en aquellos con alta mortalidad, como pulmón.
En términos de mortalidad, el cáncer continúa siendo la segunda causa de muerte en España, aunque la tasa general ha descendido en las últimas décadas gracias a la prevención, el diagnóstico precoz y los avances terapéuticos. Sin embargo, este descenso no es uniforme: la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres y por cáncer de páncreas en ambos sexos sigue en aumento. La supervivencia ha mejorado de forma notable, duplicándose en los últimos 40 años, con cifras elevadas en tumores como tiroides, testículo y mama, y muy reducidas en páncreas, pulmón o esófago. Se espera que estas tendencias continúen con un crecimiento gradual de la supervivencia en los próximos años.
