TEMA 14. NUTRICIÓN ENTERAL (NE)


La nutrición enteral (NE) consiste en administrar mezclas definidas de nutrientes a través del tubo digestivo, ya sea por vía oral, sondas (nasogástricas, nasoenterales) o catéteres (gastrostomía o yeyunostomía). Es la modalidad de soporte nutricional preferida frente a la nutrición parenteral, pues es más fisiológica, conserva la función intestinal, reduce el riesgo de traslocación bacteriana y conlleva menos complicaciones. Sus indicaciones incluyen limitaciones en la ingesta, digestión o absorción de alimentos, así como requerimientos especiales (síndromes hipermetabólicos, quemaduras), siempre que haya al menos un tramo digestivo funcional. Está contraindicada en peritonitis, íleo paralítico, obstrucción grave o necesidad de reposo digestivo, mientras que vómitos, diarrea leve o pancreatitis pueden considerarse situaciones relativas.

Las fórmulas se clasifican en poliméricas (uso general con proteínas completas), oligomonoméricas (proteínas hidrolizadas, indicadas en intestino corto o pancreatitis) y especiales, diseñadas para insuficiencia renal, hepatopatías, diabetes, pacientes críticos o caquexia tumoral. Las vías de administración pueden ser no invasivas (sondas nasogástricas o nasoenterales) o mínimamente invasivas (gastrostomía o yeyunostomía, colocadas por endoscopia, radiología o cirugía). Entre las complicaciones destacan las gastrointestinales (diarrea, distensión abdominal), mecánicas (lesiones, obstrucciones), metabólicas (hiperglucemia, desequilibrios electrolíticos, síndrome de realimentación) y la broncoaspiración, que puede ser grave. La administración puede ser oral, intermitente (bolos, gota a gota) o continua mediante bomba, siempre con medidas de seguridad como verificar residuos gástricos, mantener al paciente incorporado y controlar la tolerancia. Además, la administración de medicamentos a través de sonda requiere lavado previo y posterior con agua, dilución individual de los fármacos y evitar la mezcla para prevenir obstrucciones o interacciones.