Las patologías obstructivas del pulmón son aquellas que dificultan el paso del aire en los pulmones. Las dos más importantes son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma, cada una con características, factores de riesgo, diagnóstico y tratamiento específicos.
La EPOC se caracteriza por una obstrucción crónica y progresiva del flujo aéreo que provoca disnea, tos persistente y exacerbaciones recurrentes. Sus principales factores de riesgo son el tabaquismo y la exposición a contaminantes. El diagnóstico se realiza con espirometría y prueba broncodilatadora, confirmando la enfermedad cuando el índice FEV1/FVC es menor a 0,7. La gravedad se clasifica según el FEV1. El tratamiento se centra en reducir síntomas, prevenir agudizaciones y mejorar la calidad de vida, mediante abandono del tabaco, broncodilatadores, corticoides y rehabilitación. La guía GOLD propone una clasificación en grupos (A, B y E) que permite ajustar la terapia a la severidad y características de cada paciente.
El asma es una enfermedad inflamatoria caracterizada por obstrucción bronquial reversible y variable, que suele aparecer en forma de crisis. Sus síntomas principales son sibilancias, disnea, tos y opresión torácica, más frecuentes durante la noche o la madrugada. Entre sus factores de riesgo destacan la predisposición genética, las alergias, el contacto con alérgenos ambientales, infecciones y ejercicio físico. El diagnóstico se basa en la clínica y en pruebas de función pulmonar que demuestran reversibilidad del flujo aéreo, a menudo con una broncodilatación significativa. También se emplean pruebas de provocación bronquial y estudios de alergia.
El tratamiento del asma es escalonado y depende de la gravedad, utilizando broncodilatadores y antiinflamatorios, principalmente corticoides inhalados. Se distinguen diferentes grados: asma intermitente, persistente leve, moderada y grave. El control de la enfermedad se evalúa con cuestionarios específicos (como ACT o ACQ) y con la monitorización del flujo espiratorio máximo, lo que permite ajustar la terapia y prevenir complicaciones.
En conclusión, tanto la EPOC como el asma son enfermedades obstructivas respiratorias, pero difieren en su curso y reversibilidad. La EPOC es progresiva, crónica y solo parcialmente reversible, mientras que el asma es variable y reversible, con un fuerte componente alérgico. El diagnóstico temprano y el manejo individualizado son claves para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
