TEMA 2. EL CATÉTER PERITONEAL: PUERTA DE ENTRADA A LA TERAPIA


El catéter peritoneal es un elemento esencial en la diálisis peritoneal, ya que permite el acceso continuo a la cavidad peritoneal para la entrada y salida del líquido dializante. Está fabricado habitualmente en silicona o poliuretano y su diseño busca optimizar el flujo, la durabilidad y la prevención de complicaciones mecánicas. Su implantación se realiza mediante técnicas quirúrgicas (abierta, laparoscópica o guiada por imagen) y debe ir seguida de un periodo de maduración para asegurar la correcta cicatrización y minimizar riesgos como infecciones o desplazamientos. El adecuado cuidado del catéter, con higiene, cambios estériles de apósitos y vigilancia de signos de infección, es fundamental para la eficacia del tratamiento.

Existen distintos tipos de catéteres, siendo el más común el catéter Tenckhoff, que cuenta con una porción intraperitoneal perforada, una intraparietal con uno o dos cuffs de Dacron para fijación y protección antibacteriana, y una porción externa con prolongador. La elección del tipo de catéter y el momento de su inserción dependen del estado clínico del paciente y de la planificación del tratamiento. Los prolongadores, que conectan el catéter con el sistema de bolsas, también juegan un papel clave en la seguridad del procedimiento. Un manejo adecuado del catéter y su entorno por parte de un equipo multidisciplinar es clave para asegurar el éxito de la diálisis peritoneal a largo plazo.