El objetivo es reducir la incidencia de neumonía asociada a ventilación mecánica (NAVM) a menos de 7 episodios por cada 1.000 días de VM. Para lograrlo, el programa Neumonía Zero establece medidas obligatorias como: mantener la cabecera de la cama elevada >30°, higiene de manos estricta, formación en manejo de la vía aérea, aspiración segura de secreciones, protocolos de sedación y extubación precoz, control de la presión del neumotaponamiento, uso de tubos con aspiración subglótica, higiene oral con clorhexidina y, en casos seleccionados, antibióticos preventivos o descontaminación digestiva selectiva.
También se recomienda evitar cambios rutinarios de tubuladuras y fomentar técnicas que reduzcan complicaciones mecánicas e infecciosas, asegurando una ventilación más segura y disminuyendo la tasa de neumonías en pacientes críticos.