La aparición de bacterias multirresistentes (BMR) representa una grave amenaza sanitaria, aumentando la mortalidad, los costes y la duración de la hospitalización, debido a opciones terapéuticas limitadas y tratamientos iniciales inadecuados.
El objetivo es reducir un 20 % la tasa de pacientes con BMR de origen nosocomial, promoviendo el uso adecuado de antibióticos, la detección temprana, la prevención de su diseminación y la eliminación de reservorios.
