1. INTRODUCCIÓN
Las heridas y su abordaje van emparejadas al desarrollo e importancia que ha tenido la salud y sus actores principales (sanitarios) y sus diferentes enfoques desde el principio de los tiempos.
No es hasta las culturas egipcia, hindú, griega, romana, donde los manuales escritos y/o referencias artísticas plasmadas en diferentes elementos (cerámica, arquitectura, escultura, pintura), ilustran las posibilidades empleadas en las técnicas de cura del momento y las recomendaciones para evitar su contacto, más que para tratarlo, como es el caso de la Lepra.
La evolución en los cuidados y la metodología empleada a partir de sus averiguaciones contrastadas con datos estadísticos planteó la primera teoría enfermera basada en el espacio ambiental en el área de la salud.
El siglo XX ha sido el despegue definitivo del abordaje de la herida crónica, principalmente por el aumento de esperanza de vida.
2. EVOLUCIÓN CRONOLÓGICA DEL ABORDAJE DE HERIDAS
2.1. Egipto
Quizás una de las culturas más significativas por su registro en papiros para la transmisión del conocimiento.
Imhotep, médico egipcio, sumo sacerdote considerado el fundador de la medicina egipcia planteaba una concepción mítico-religiosa de la enfermedad, y un enfoque mágico-religioso y empírico de la curación basado en una combinación de ritos, prácticas quirúrgicas y un extenso conocimiento farmacológico aportando en el papiro de Smith un enfoque racional sobre el tratamiento de ciertas enfermedades y las heridas.
2.2. Grecia-Roma
Las heridas en la cultura greco-romana se encuentran registradas en la literatura heroica, mitológica, en la vida festiva y lúdica representada por los gladiadores y el ámbito de la guerra.
Para los antiguos griegos no había diferencia entre lo divino y lo humano compartiendo sus Dioses rasgos humanos comunes.
2.3. Edad Media
Son varios los siglos de sombras y dificultad en la atención de las heridas en esta época de la historia.
Desde la caída del mundo Romano occidental a manos de los bárbaros provenientes de centro Europa (476 d.C.) hasta el siglo XV, el mundo de ciencia descubierto en las culturas griega principalmente y por empatía, romana, se sumen en la superstición dificultando la realización de estudios serios de anatomía y patología quirúrgica.
En la baja Edad Media, las órdenes monásticas recogen y transmiten los conocimientos antiguos. Su labor permite mantener un cuerpo doctrinal en Occidente. Los cuidados volvieron a la simplificación popular y las interpretaciones sobrenaturales como ocurría en los albores de la humanidad y las tribus.
2.4. Siglos pre modernistas XVII-XVIII
En el siglo XVII los cuidados de las heridas no han conseguido avanzar excesivamente al igual que la cirugía sin un desarrollo claro como como ciencia. La figura del cirujano en la sociedad era notablemente inferior al del médico salvo contadas excepciones, persistiendo la separación entre cirujanos y barberos. Existían estas dos figuras entre otros "profesionales" que realizaban procedimientos, sangrías, lavativas, extracciones dentarias, etc. Entre estos "sanitarios" se encontraban los sacamuelas y curanderos en general. Los cirujanos se dedicaban a las operaciones de envergadura, mientras que los barberos realizaban fundamentalmente curas de heridas y sangrías.
2.5. Siglo XIX
Es en este siglo cuando se desarrollan los conceptos que van a dar paso al despliegue del conocimiento y las bases de la cura actual. Se toma conciencia de la necesidad e importancia de la asepsia y la higiene tras describir que estos conceptos y su puesta en práctica evitaban las complicaciones por infección de las heridas.
La enfermera Florence Nightingale, la dama de la lámpara, en la guerra de Crimea revolucionó la atención sanitaria a los heridos.
Los trabajos de Pasteur en microbiología definen el inicio de la medicina y enfermería científica, el efecto visible -signos y síntomas- las causas que pueden buscarse, subsanarse o eliminarse con un tratamiento adecuado.
En el siglo XIX también se inicia la la introducción de los injertos de piel en el tratamiento de las heridas, aunque ya se había descrito en la India miles de años antes.
2.6. Siglo XX-XXI
La modernización del cuidado de las heridas tuvo lugar en el siglo XX. La transición de la cura seca con gasas durante toda la historia anterior a este siglo, al empleo de apósitos interactivos a finales del s XX y terapias avanzadas del S XXI. La cura tradicional con gasa, producto que, con diferente composición, se ha empleado desde el siglo V a.C. secan la herida y se adhieren al lecho, por lo que su retirada puede ser traumática. Las gasas y compresas que conocemos actualmente son de algodón o de fibras sintéticas. Las compresas terapéuticas usadas desde la antigüedad como medida primaria o conservador de atención de lesiones traumáticas pueden impregnarse en sustancias medicinales o medicamentos para el dolor, la inflamación o la hemostasia. Los avances en el mundo de la cicatrización se han producido a la par que la necesidad de atención en casos más frecuentes. La cura en heridas de guerra ya sea debido a “La Gran Guerra” (I Guerra Mundial) ó II Guerra Mundial desarrollaron diferentes elementos que han llegado hasta nuestros días.
2.6.1 Apósitos de Cura en ambiente húmedo
En los años 60 del S. XX se desarrolla la primera generación de apósitos con el polímero carboximetilcelulosa sódica (apósitos hidrocoloides). Los hidrogeles aparecieron como la alternativa de elección para heridas poco exudativas, para dar humedad y promover el desbridamiento autolítico. Están compuestos por polímeros celulósicos y un elevado contenido en agua. Tuvieron un gran impulso en los años 90 y su composición se ha mejorado para que, además de aportar humedad, puedan absorber exudado.
Tras los primeros e iniciales apósitos por los años 80 y 90 han continuado una larga y extensa variedad de apósitos, familias y combinaciones que han ido evolucionando a la par que la curiosidad imperante de los profesionales desarrollando el concepto, publicaciones, evidencia y diferentes enfoques y abordajes de la CAH.
El desarrollo del arsenal terapéutico a nuestro alcance ha sido el “continuum” en el abordaje de las heridas de difícil cicatrización.
Existen en nuestros almacenes multitud de apósitos disponibles en el mercado:
- Hidrocoloides
- Hidrogeles
- Poliuretanos
- Espumas de poliuretano
- Alginatos
- Apósitos de Carbón
- Apósitos de Plata
- Apósitos de Silicona
3. PRODUCTOS USADOS EN LA HISTORIA DE LAS HERIDAS
- Miel
- Aloe vera
- Corteza de sauce
- Acetum
- Mandrágora
- Extracto de Hulla
- Beleño
- Jugo de mora verde
- Ácido carbólico (fenol)
- Gasa
- Parafina
- Yodoformo
- Ácido bórico
BIBLIOGRAFÍA
- Silbernagl S, Despopoulos A. Fisiología: texto y atlas. 7ª ed. Madrid: Panamericana; 2009.
- Silverthorn DU. Fisiología humana: un enfoque integrado. 4ª ed. Madrid: Panamericana; 2009.
- Ulrech W. Sobotta: histología. 2ª ed. Madrid: Panamericana; 2009.
- Eynard AR, Valentich MA, Rovasio RA. Histología y embriología: bases celulares y moleculares. 4ª ed. Madrid: Panamericana; 2008.
- Ross MH, Pawlina W. Histología: texto y atlas. 5ª ed. Madrid: Panamericana; 2008.
- Wolff K, Goldsmith LA, Katz SI, Gilchrest BA, Paller AS, Leffell DJ. Dermatología en medicina general. 7ª ed. Madrid: Panamericana; 2009.
- Wolff K, Fitzpatrick TB, Johnson RA. Dermatología clínica: atlas. 6ª ed. Madrid: Panamericana; 2010.
- Pechersky AV, Pechersky VI, Shpilenya ES, Gaziev AH, Semiglazov VF. Renegeneration and cicatrization. Journal of stem cells. 2016; 11(2): 89-97.
- Berman B, Maderal A, Raphael B. Keloids and Hypertrophic Scars: Pathophysiology, Classification and Treatment. Dermatological Surgery. 2017; 43 Suppl 1:S3-S18. Disponible en: http//:10.1097/DSS.0000000000000819
- Gurtner GC, Werner S, Barrandon Y, Longaker MT. Wound repair and regeneration. Nature. 2008; 456: 314-21. Disponible en: http://doi.org/10.1038/nature7039
- García-Barreno P. Inflamación. Revista Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. 2008; 102(1): 91-159.
- Hinz B. Formation and Function of the Myofibroblast during Tissue Repair. Journal of Investigative Dermatology. 2007; 127: 526-537. Disponible en: http://doi:10.1038/sj.jid.5700613
- Lozada-Téllez A, Franco-Correa V. Fisiología de la reparación de las heridas y dianas terapéuticas en la cicatrización anormal. Piel: Formación continuada en dermatología. 2017; 32(4): 207-213.
- Pastor-Armendáriz M, Domínguez-Hernández FJ, Bas-Caro P, Herrera-González PP, Postigo-Mota S, López-Corral JC. Fisiopatología de la cicatrización. Revista Rol de Enfermería. 2013; 36(2): 82-90.
- Arenas J. Las heridas y su cicatrización. OFFARM. 2004; 22(5): 126-132.
- Bielsa-Marsol I. Proceso de cicatrización de las heridas. Piel: Formación continuada en dermatología. 2006; 21(4): 207-212.
- Ogawa R. Mechanobiology of scarring. Wound repair and regeneration. 2011; 19 Suppl 1:s2-9. Disponible en: http://10.1111/j.1524-475X.2011.00707.x
- Roldán-Valenzuela A. La piel. [monografía de Internet]. Espartinas (Sevilla): Úlceras.net; 2016 [acceso 25 septiembre 2019]. Disponible en: https://www.ulceras.net/monografico/82/64/la-piel.html
- Conde Montero E. El interés del pH en la cicatrización de las heridas [monografía de Internet]. Madrid: Elenaconde.com; 2019 [acceso 25 septiembre 2019]. Disponible en: https://www.elenaconde.com/el-interes-del-ph-en-la-cicatrizacion-de-las-heridas/
- Conde Montero E. Herida crónica = inflamación crónica [monografía de Internet]. Madrid: Elenaconde.com; 2017 [acceso 25 septiembre 2019]. Disponible en: https://www.elenaconde.com/herida-cronica-inflamacion-cronica/
- Conde Montero E. El miofibroblasto: el gran olvidado de la cicatrización. [monografía de Internet]. Madrid: Elenaconde.com; 2019 [acceso 25 septiembre 2019]. Disponible en: https://www.elenaconde.com/miofibroblasto-gran-olvidado-la-cicatrizacion/
- Roldán-Valenzuela A. La cicatrización. [monografía de Internet]. Espartinas (Sevilla): Úlceras.net; 2016 [acceso 25 septiembre 2019]. Disponible en: https://www.ulceras.net/monografico/130/123/cicatrizacion.html
- Fraile C. Breve historia de hechos, personas y productos que tuvieron relevancia para curar las heridas. Junta de Castilla y León. 2012-2013.
- Vidal y Díaz, A. Memoria histórica de la Universidad de Salamanca. 1ª ed. Valladolid: Maxtor; 2007.
- Castro-Molina, FJ, Castro-González MªP, Megias-Lizancos F, Martin-Casañas FV, Causapie-Castro A. (2012) Arquitectura hospitalaria y cuidados durante los siglos XV al XIX. Cultura de los Cuidados. (Edición digital) 16, 32. Disponible en: http://dx.doi.org/10.7184/cuid.2012.32.05
- Álvarez-Mesías JP, Casamen S, Raquel E. Estudio de las propiedades físico-químicas y biológicas en cinco mieles de abeja (Apis mellifera. L.) distribuidas en la red de supermercados del Distrito Metropolitano de Quito. Quito: Universidad Salesiana; 2016.
- Rocca J. Galen on the brain: anatomical knowledge and physiological speculation in the second century AD. Studies in ancient medicine. 2003; 26:1-313.
- Hippocrates, The Writings of Hippocrates and Galen. Epitomised from the Original Latin translations, by John Redman Coxe (Philadelphia: Lindsay and Blakiston, 1846). En: http://oll.libertyfund.org/title/1988 on 2011-02-15.
- Moledo L. y Magnani E. 2009. [Obra original 2006]. «6. Pasteur y la teoría de la infección microbiana». Diez teorías que conmovieron al mundo: de Copérnico al big bang. Argentina: Capital Intelectual. ISBN 9789876141673
- Abergel RP, Pizzurro D, Meeker CA, Lask G, Matsuoka LY, Minor RR, Chu ML, Uitto J. Biochemical composition of the connective tissue in keloids and analysis of collagen metabolism in keloid fibroblast cultures. Journal of investigative dermatology. 1985; 84(5): 384-90.
- Gerhardt C. Recherches sur la salicine. Annales de Chimie et de Physique. 1843; 3(7): 215-29.
- Sardi JR. Onicocriptosis: uña encarnada. Revista Dermatología Venezolana. 1996; 34(2): 57-60.
- Camacho-García PF, Rodríguez-Martín L. Enfermería ante el cuidado de heridas crónicas. Boletín de Enfermería de Atención Primaria. 2008; 4(4): 1-20.
- Winter GD. Effect of air exposure and occlusion on experimental human skin wounds. Nature. 1963; 26(200): 378-9.