Entre los análogos corticoesteroides más conocidos están:
- La prednisolona.
- La metilprednisolona.
- La dexametasona.
- La fludrocortisona.
- La prednisona.
- La cortisona.
- El propio cortisol.
Las diferencias entre ellos son especialmente de tipo farmacocinético y de duración del efecto.
Se pueden administrar prácticamente por cualquier vía, la mayoría son eficaces cuando se administran por vía oral. Algunos ésteres hidrosolubles o sales sódicas se administran por vía intravenosa en perfusión continúa o de forma directa. Por vía intramuscular se obtienen efectos más prolongados. También se absorben por la piel y por vía inhalatoria. Está última muy utilizada en enfermedades respiratorias como el asma o el EPOC. En la administración dérmica, si es prolongada, se cubre con vendaje oclusivo o afecta a grandes áreas, la absorción puede ser suficiente como para originar efectos sistémicos.
Pequeños cambios en la estructura química de los corticoesteroides, pueden alterar mucho la velocidad de absorción, el tiempo de inicio de la acción y la duración del efecto. Aproximadamente un 90 % del cortisol en plasma se une a proteínas, fundamentalmente a la globulina de unión a corticoesteroide (CBG o transcortina) y a la albúmina. A concentraciones normales o bajas, la mayor parte se encuentra unido a proteínas. Cuando se excede la capacidad de unión, una fracción mucho mayor del esteroide se encuentra libre. El metabolismo ocurre tanto en sitios hepáticos, como extra hepáticos, originando compuestos inactivos que se excretan por la orina.
