1. INHIBIDORES DE LA SÍNTESIS DE COLESTEROL
Son las denominadas estatinas. El mecanismo de acción es la inhibición de la enzima HMG-CoA reductasa que cataliza el paso de HMG-CoA a ácido mevalónico siendo este un paso limitante en la síntesis de colesterol.
Existen varias estatinas, las más importantes son: simvastatina, lovastatina, pravastatina, atorvastatina y rosuvastatina.
Las tres primeras son inhibidores competitivos, reversibles y específicos de la enzima mientras que atorvastatina y rosuvastatina son inhibidores de acción prolongada. Las de acción lenta, se administran por vía oral por la noche, con el fin de reducir la síntesis máxima de colesterol a primera hora de la mañana. Se absorben bien y sufren metabolismo hepático.
Al disminuir la síntesis de colesterol se produce un aumento de la movilización del plasma del LDL con lo que las estatinas producen disminución plasmática del LDL, de triglicéridos y un aumento del HDL. Además, diversos estudios han mostrado otros efectos de las estatinas, entre los que cabe destacar: mejora de la función endotelial, reducción de la inflamación vascular, reducción de la agregación plaquetaria, acciones antitrombóticas y estimulación de la fibrinólisis, aumento de la neovascularización en tejido isquémico, aumento del número de células progenitoras endoteliales, estabilización de la placa ateroesclerótica e inmunosupresión. Por todos estos efectos, se dice que las estatinas presentan una acción pleitrópica.
En general, las estatinas son bien toleradas con efectos adversos leves entre los que figuran mialgias, trastornos digestivos, aumento de enzimas hepáticas, insomnio y exantema. Entre los efectos adversos graves, aunque poco frecuentes, puede aparecer miositis grave (rabdomiolisis), relacionado con la dosis y angioedema.