4. TUBO ENDOTRAQUEAL
Cilindro hueco de material plástico relativamente flexible, transparente y estéril.
Se introduce a través de la boca o nariz, continuando por la tráquea, quedando 1-2 cm por encima de la carina.
En el extremo distal presenta el neumotaponamiento o globo que se hincha con 10 cm3 de aire y en el extremo proximal presenta el adaptador para la ventilación, que puede ser mecánica o manual.
Se trata de un producto radiopaco, que una vez colocado debe comprobarse su correcta colocación mediante una radiografía de tórax.
Existen diferentes tamaños, desde el nº3 hasta el nº10. Se elige el número en función de la corpulencia del paciente y la vía de intubación (nasal u oral).
Existen también tubos endotraqueales sin globo, sobre todo para pacientes pediátricos y anillados para determinados tipos de cirugías.
Se clasifican como productos sanitarios de Clase IIa.
Los tubos endotraqueales deben sujetarse para evitar posibles desplazamientos. Para ello podemos utilizar:
- Venda de gasa. Mediante un nudo corredero se sujeta el tubo alrededor del cuello. También se puede utilizar la técnica “Ángel”, en pacientes con circulación cerebral comprometida.
- Tira adhesiva. Utilizada sobre todo en neonatos y pediatría.
- Dispositivos comerciales. Proporcionan mayor seguridad ya que evitan el colapso del tubo por mordedura, pero no se encuentran habitualmente disponibles por su alto coste.