6. EXTRACCIÓN DE CUERPO EXTRAÑO ÓTICO
Los cuerpos extraños en el conducto auditivo constituyen un motivo frecuente de consulta en los servicios de urgencias de los centros de salud y hospitalarios. El grupo de población que consulta por este motivo es mayoritariamente pediátrico (73%).
6.1. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La clínica más común en los pacientes es el nerviosismo y la ansiedad, sin síntomas otológicos relevantes, porque en la mayoría de los casos no se aprecia daño en el oído en el momento de la consulta. Dentro de los síntomas otológicos que se pueden presentar destacan la sensación de taponamiento, hipoacusia, acúfeno y, menos frecuentes, dolor, supuración y hemorragia
6.2. DIAGNÓSTICO
Se debe hacerse por otoscopia y hay que realizar diagnóstico diferencial con tapones de cerumen y tumoraciones del conducto auditivo externo, como hiperostosis, exostosis y colesteatoma.
6.3. PROCEDIMIENTO
Preparación del material.
Lavado de manos higiénico.
Identificar al paciente.
Informar al paciente: de la técnica, del tiempo empleado, de los síntomas que puede experimentar y de que comunique cualquier problema.
Preservar la intimidad del paciente.
Identificar la naturaleza del cuerpo extraño:
- Los cuerpos extraños orgánicos vivos (insectos, arácnidos, etc.), previamente a su extracción, se erradicarán con un anestésico en nebulizador (lidocaína) o con alcohol. Si se ha producido daño timpánico, el paciente puede percibir otalgia e incluso vértigo si el líquido empleado está frío. Se procurará asir el objeto de modo que no se dejen trozos, con el fin de dejarlo resuelto en un único intento. Para ello, se emplearán pinzas de dientes de cocodrilo o fórceps planos.
- Los cuerpos orgánicos inertes, semillas y frutos secos principalmente, pueden ser difíciles de coger con pinzas, por lo que se recurrirá al uso de curetas o de aspiradores. No deben extraerse con agua, por la posibilidad de que se hinchen y de que se dificulte la extracción.
- Con respecto a los cuerpos inorgánicos, se debe prestar especial atención a las pilas de botón, ya que producen una rápida necrosis alcalina de la piel del canal. Está totalmente contraindicada su movilización con agua y, debido a su forma, suelen ser muy difíciles de extraer por parte de personal no especialista, así que antes de manipularlos, y a fin de evitar lesiones en el conducto auditivo externo que podrían enclavar más la pila y dificultar su extracción, se recomienda la derivación al especialista desde el principio.
Tipo objeto y técnica de extracción:
- Papel y sustancias blandas. Se encontrará un mínimo de dificultad y complicaciones. Son fáciles de extraer con fórceps planos o pinzas de cocodrilo.
- Los cuerpos extraños duros y esféricos. Se puede intentar extraer con irrigación o garfios angulados, pero si no se tiene experiencia, se derivará al especialista.
- Los cuerpos extraños de naturaleza gomosa se caracterizan por su tendencia a fraccionarse durante la extracción, lo que puede implicar la realización de más de un intento y, en ocasiones, desplazar el cuerpo extraño más internamente en el conducto, que puede lesionarlo, edematizarlo y enclavarlo.
- Si es animado, previamente debe inmovilizarse al insecto con el primer líquido de que se disponga: gotas óticas, gotas anestésicas, agua, éter, aceite. Posteriormente, se extrae como si se tratase de un cuerpo extraño inanimado.
- Cuando se posee poca experiencia, hay que realizar la extracción mediante lavado del conducto auditivo externo con una jeringa de 50 ml, cargada con agua tibia, que puede conectarse a un angiocatéter del número 16–18. También pueden utilizarse pinzas acodadas, horquilla del pelo acodada en su extremo romo, etc., estando contraindicados otro tipo de objetos, ya que pueden introducir aún más el cuerpo extraño. El lavado ótico está contraindicado en la perforación del tímpano y para la extracción de semillas, ya que al hidratarse éstas, aumentan su volumen.
Una vez extraído el cuerpo extraño, se prescriben antibióticos tópicos polimicrobianos.
Quitarse los guantes y desechar todos los restos de material utilizado.
Cubrir y ayudar al cliente a adoptar una posición cómoda.
Lavarse las manos otra vez.
Cumplimentación de registros enfermeros
6.4. COMPLICACIONES
Las posibles complicaciones suelen ser leves y de fácil resolución, aunque también se han descrito daños timpánicos y en la cadena de huesecillos que pueden requerir una reparación quirúrgica posterior (tabla 4). Siempre que identifiquemos heridas en el conducto auditivo externo, se recomendará al paciente evitar que el agua se introduzca en el oído lesionado; si se acompaña de otalgia, supuración o disminución del calibre del conducto, indica que se ha desarrollado una otitis externa difusa, por lo que podremos asociar gotas de antibiótico tópico con o sin corticoides y analgésicos.
