A día de hoy, la mayor parte de los triajes emplea 5 niveles de priorización:
- Nivel I: prioridad absoluta con atención inmediata y sin demora.
- Nivel II: situaciones muy urgentes, de riesgo vital. Demora de asistencia médica hasta 15 minutos.
- Nivel III: urgente pero estable hemodinámicamente, con potencial riesgo vital. Demora máxima 60 minutos.
- Nivel IV: urgencia menor. Demora máxima 120 minutos.
- Nivel V: no urgente. Demora de hasta 240 minutos.
El objetivo del triaje estructurado es atender a los pacientes según la urgencia que presenten, no por orden de llegada. Por lo tanto, el objetivo no es disminuir los tiempos de espera, sino mejorar la seguridad clínica por una mejora en la asistencia.
Se acepta, en consecuencia, que las funciones del triaje deben ser:
- Identificación de pacientes en situación de riesgo vital
- Asegurar la priorización en función del nivel de clasificación.
- Asegurar la reevaluación de los pacientes que deben esperar.
- Decidir el área más apropiada para atender a los pacientes.
- Aportar información sobre el proceso asistencial.
- Disponer de información para familiares.
- Mejorar el flujo de pacientes y la congestión del servicio.
- Aportar información de mejora para el funcionamiento del servicio.