- Tratamiento esteroideo: cuando hay déficit neurológico es indispensable iniciar corticoides, primera medida terapéutica por su acción oncolítica, antiedema y antinflamatoria. La droga de elección es la dexametasona, un bolo inicial de 20 mg intravenoso seguido de 4-6 mg cada 6h durante al menos 48 horas, descendiendo progresivamente la dosis si se observa mejoría.
- Tratamiento quirúrgico: la cirugía (descompresión quirúrgica) está indicada en casos de: columna inestable, compresión por fragmento óseo, contraindicaciones a radioterapia (radiorresistencia, radioterapia previa, etc.), falta de diagnóstico etiológico o progresión clínica durante la radioterapia. Un estudio aleatorizado ha mostrado superioridad de la cirugía seguida de radioterapia comparada con radioterapia sola. Se consiguió una mayor tasa de deambulación y una mayor duración de ésta en los pacientes quirúrgicos.
- Tratamiento radioterápico: pilar básico del tratamiento en la mayoría de los casos. Se realizará precozmente cuando no sea posible el tratamiento quirúrgico, y tras cirugía si no hay contraindicación. Tiene una eficacia probada y conocida, pero también limitada; es muy elevada en pacientes sin alteraciones para la deambulación al iniciar el tratamiento, pero decrece de forma muy importante cuando no es así y es casi nula en pacientes pléjicos. La tasa de complicaciones es muy baja. Produce excelentes resultados en linfomas y mielomas, buenos en tumores de próstata y mama y malos en los de pulmón. La asociación de radioterapia y corticoides se ha mostrado más eficaz que el tratamiento con radioterapia sola.
- Quimioterapia: indicada en tumores quimiosensibles (sarcoma de Ewing, tumores germinales, etc.), y en los casos que no sean subsidiarios de un tratamiento con radioterapia y/o cirugía.