Como conclusión, señalar que los mecanismos de afrontamiento, la proactividad de los proveedores de salud, el apoyo familiar, la provisión adecuada de información, la educación para el autocuidado y la continuidad de la atención del paciente son las principales áreas en las que las intervenciones deben enfocarse durante el curso de las enfermedades crónicas, buscando retrasar la pérdida de calidad de vida y el comienzo de la complejidad.
Lectura recomendada (de donde se ha extraído este apartado):
- Morales Asencio et al. (2014). Living with chronicity and complexity: Lessons for redesigning case management from patients’ life stories – A qualitative study
8. EL FUTURO EN LA GESTIÓN DE LA CRONICIDAD
Pasados 6 años desde la puesta en marcha de la Estrategia para el abordaje de la cronicidad del Sistema Nacional de la Salud y en ausencia de pruebas concluyentes sobre modelos de integración, continuamos con una atención de máximos a toda la población sin prestar atención a la realidad, las expectativas y la voluntad de los pacientes, que en ocasiones llegan a desear la muerte antes que ser ingresados. Continuamos con una sanidad hospitalcentrista concebida para el proceso agudo y sin embargo una demanda cada vez mayor de atención a procesos crónicos, con niveles asistenciales poco/nada integrados incapaces de prestar una atención integral y longitudinal a los pacientes, a pesar de las fusiones de atención primaria y hospitalaria y la creación de gerencias de atención integrada, que han resultado mas estructurales que otra cosa. Organizaciones centradas en los profesionales con formas de trabajo muy arraigadas en el pasado, sin interés e incluso cierto rechazo por centrase en las verdaderas necesidades de los pacientes y adaptándose a la nueva realidad social y los recursos disponibles, con miedo a la pérdida de poder de algunos profesionales que impiden la asunción de nuevos roles para los que están perfectamente capacitados otros colectivos. Continuamos también con una atención a la salud en la que la persona es parcelada y tratada por multitud de especialistas centrado cada uno en su área de interés olvidando la atención integral y llevando a la complejidad, unos servicios sociales infrautilizados y descoordinados de lo sanitario en lo que se llama Atención Sociosanitaria a las personas con enfermedades cronicas, con una Atención Primaria cada vez con menos recursos y mayor demanda y profesionales desgastados por la presión y exigencia en la asistencia hospitalaria, que buscan la Atención Primaria como área de descanso y retiro profesional.
