Continuidad de cuidados.
SG Kesby, definió un Marco conceptual sobre los diferentes niveles en la continuidad de los cuidados:
- Nivel uno: cuidados paralelos. En este nivel dos o más servicios, con diferentes objetivos, proveen cuidados al paciente con problemas de continuidad en la atención.
- Nivel dos: cuidados coordinados. Dos o más servicios, con diferentes objetivos, son capaces de coordinarse a través de protocolos o vías clínicas, para garantizar la continuidad.
- Nivel tres: cuidados integrados. Los servicios y entornos están vinculados garantizando así la continuidad. Sus objetivos son comunes y permanentes.
- Nivel cuatro: en el que la continuidad de cuidados es total y añaden el consenso y la toma decisiones compartidas con los pacientes y los cuidadores.
La coordinación de los cuidados depende fundamentalmente de la integración clínica más que de la integración organizativa y es a este nivel cuatro al que es necesario llegar para lograr una continuidad de cuidados real.
C Ham, uno de los investigadores en cronicidad más relevantes, afirma que el abordaje de la cronicidad pasa por actuar en varios frentes a la vez, que como mínimo debe ser en el desarrollo de programas de autocuidado, la potenciación de la gestión de casos y el fortalecimiento de la atención primaria junto con la armonización de políticas y estrategias.
7. REDISEÑO DEL MODELO: MODELO DEL CURSO VITAL CON ENFERMEDAD CRÓNICA
El modelo actual demuestra su fracaso a la vista del número de hospitalizaciones evitables que continúa habiendo, la ausencia de continuidad en la atención y los escasos resultados en salud en los pacientes que está ofreciendo.
Morales Asencio, probablemente uno de los investigadores más relevantes en atención a la cronicidad, consideró imprescindible estudiar el abordaje de la cronicidad desde la propia vivencia de los pacientes, entendiendo que ellos podrían aportar claves para mejorar el diseño de los actuales servicios.
