4. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La clínica de la litiasis urinaria es muy variable. Puede ser asintomática, manifestarse como una hematuria micro o macroscópica, o cuando el cálculo se desprende y desciende por la vía urinaria, cursar con un cuadro de dolor denominado cólico nefrítico.
Cuando el cálculo alcanza el uréter puede presentarse un dolor de tipo cólico lumbar unilateral que se irradia a ingle o genitales, alcanzando incluso la extremidad inferior. Este dolor se produce por la distensión ureteral debido al paso de una piedra renal (cálculo, nefrolitiasis) o de coágulos sanguíneos. El tamaño del coágulo o del cálculo no se relaciona necesariamente con la intensidad del dolor. También puede manifestarse mediante un dolor abdominal de inicio agudo y de menos de 12 horas de evolución. En cualquier caso, el dolor no mejora con reposo ni con cambios posturales.
También aparecen náuseas y vómitos, su ausencia debe hacer dudar del diagnóstico, tenesmo, disuria y polaquiuria. Es habitual la hematuria debido a la acción abrasiva de la litiasis ureteral.
5. COMPLICACIONES
Cuando los cálculos renales obstaculizan el flujo de la orina, la nefrolitiasis puede derivar en complicaciones como la obstrucción de las vías urinarias, permitiendo que las bacterias penetren con mayor facilidad y desencadenen infecciones de las vías urinarias (cistitis) y de los riñones (nefritis intersticial) o incluso el fracaso renal si no se resuelve a tiempo.
