8. OBSERVACIONES ENFERMERAS
Buscaremos un acceso venoso de buen calibre y realizaremos la canalización con un angiocatéter (Abbocath®) de 18 G si es posible para conseguir una buena permeabilidad en la vía.
Verificar con el paciente la presencia de alergias medicamentosas antes de la administración del fármaco si es posible.
La administración de dipirona u opiáceos se realiza por vía endovenosa ya que es más efectiva, pero debemos vigilar la presencia de complicaciones derivadas: hipotensión arterial en caso de la dipirona, exacerbación de los vómitos en caso de los opiáceos.
Aumentar la ingesta hídrica es una recomendación que se debe hacer una vez superada la fase aguda del cólico renal, ya que una excesiva sobrehidratación podría provocar una exacerbación de los síntomas y un riesgo potencial de rotura de la vía, no existe evidencia que disminuyan los tiempos de expulsión.
Tras el tratamiento, el paciente puede presentar hematuria durante unos días, debemos advertir de esto para evitar que se sobresalten.
