Tema 8. Síndromes medulares.


Shock Vascular o Neurogénico

El cuerpo humano tiene un intricado sistema de comunicación interna, que tiene como parte principal, el sistema nervioso. El cerebro está conectado a este sistema y es quien nos dice cuando respirar, cuando latir el corazón, cuanta sangre bombear y que anchura y flujo las ramas sanguíneas deben tener para permitir que la sangre pase con una determinada presión. Cuando este sistema es interrumpido, como acontece en traumas espinales, el control del sistema circulatorio se pierde. Las ramas sanguíneas aumentan en diámetro (vasodilatación), lo que hace que la presión del sistema circulatorio se estanque, resultando en choque vascular.

En el paciente con Lesión Medular, la presentación inicial del Shock Neurogénico, es la hipotensión arterial, causada por la pérdida del tono vasomotor, que produce disminución de retorno venoso y de la contracción arterial, causando la vasodilatación y la disminución de la resistencia vascular sistemática. La Bradicardia está siempre presente, por la interrupción de la inervación simpática en el corazón y la escasa inervación parasimpática del mismo. Este predominio vagal es común en las lesiones por encima de la D4.

Shock espinal o medular

Duración de días a 2-8 semanas. Inicialmente en la mayoría de las afecciones de la médula espinal, existe un periodo de parálisis flácida y perdida completa de los reflejos por debajo del nivel de la lesión. Además se pierden las funciones sensoriales y autónomas. Este periodo se denomina “Shock Espinal, Neural o arreflexia”, y es de carácter transitorio. Durante el mismo los pacientes presentan una inflamación de la médula espinal, produciendo como consecuencia, alteraciones respiratorias (pudiendo necesitar en algunos casos ventilación mecánica  temporal), cardiólogicas, digestivas, y evacuatorias. Es característico por la falta de reflejo de la musculatura esquelética por abajo del nivel de la lesión medular y se da la supresión de los reflejos viscerales. Nos encontraremos por tanto:

  • Hipoactividad, flacidez y arreflexia del sistema motor voluntario (interrupción de vías descendentes).
  • Pérdida de la sensibilidad infralesional (interrupción de vías ascendentes o sensitivas).
  • La afectación del sistema autónomo da lugar a parálisis vesical, con retención urinaria. Íleo paralítico, con distensión abdominal y estreñimiento. Y complicaciones vasomotoras, con falta de respuesta venosa y arterial, causando hipotensión, hipotermia y bradicardia de origen vagal. Shock neurogénico.