- Colocar una toalla bajo la extremidad.
- Atar el compresor 10-15 cm sobre el punto de punción.
- Realizar un masaje ascendente en la zona e indique al paciente que abra y cierre la mano.
- Limpiar y desinfectar la zona (con antiséptico abarcando una zona más amplia del lugar previsto de la punción, en sentido circular de dentro hacia fuera y secar completamente).
- Palpar el trayecto de la vena con los dedos índice y medio de la mano dominante.
- Insertar la aguja conectada a la jeringa con el bisel hacia arriba formando un ángulo de unos 30º.
- Introducir la aguja unos 2 mm por encima del bisel y siguiendo el trayecto de la vena.
- Observar si aparece sangre en la conexión de la jeringa con la aguja y aspirar suavemente hasta obtener la muestra sanguínea requerida.
- Retirar el compresor con la mano no dominante y retirar la aguja con la mano dominante, a la vez que con la otra mano se hace presión con un pequeño apósito en el punto de punción, hasta el cese del sangrado.
- Registrar la técnica realizada.
- Desechar el material utilizado, tirando las agujas sin manipularlas al contenedor específico para ello.