Tema 3. Técnicas y procedimientos traumatología.


4. PRONACIÓN DOLOROSA

La pronación dolorosa del codo es una luxación de la articulación del codo en un niño pequeño generalmente causada por un adulto, o una persona más alta, que tira de manera repentina del brazo del niño cuando está extendido o cuando un niño se aparta de un adulto de un modo impulsivo. También puede ser causada por una caída o una torcedura. El niño se queja de dolor inmediatamente y no puede usar el brazo.

 

4.1. MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Una vez cede el dolor agudo, el niño suele quedar tranquilo. Mantiene el antebrazo en pronación y pegado al cuerpo, y lo protege a veces con la mano contraria.

El codo suele estar ligeramente flexionado, y no presenta edema ni deformidad; a la palpación, existe discreto dolor a la presión sobre la cabeza del radio. Es evidente la incapacidad para girar la muñeca o coger objetos.

Se debe explorar toda la extremidad, incluida la clavícula del lado afecto.

Ante estos hallazgos no se requieren estudios adicionales y se debe proceder a la reducción de la subluxación.

 

4.2. PROCEDIMIENTO

Hay dos maniobras típicas, supinación y pronación.

  • La supinación, se tuerce o gira hacia fuera el antebrazo (la palma de la mano del niño mira hacia arriba), a veces seguida de la flexión del codo. Aunque esta maniobra se utiliza a menudo, no siempre es exitosa.
  • La pronación, el antebrazo se tuerce o se rota hacia adentro (la palma de la mano del niño mira hacia abajo). Por lo general, ambos métodos son seguros, aunque puede presentarse equimosis, y pueden ser dolorosos.

 

4.3. EVIDENCIA

Hubo evidencia de baja calidad de ocho ensayos pequeños de que el método de pronación puede ser más efectivo en el primer intento que el método de supinación para manipular la pronación dolorosa del codo en los niños pequeños. Para otros resultados, no es posible establecer ninguna conclusión debido a la evidencia de muy baja calidad o a los resultados que no se informaron. Se sugiere que se necesita un ensayo clínico aleatorio de alta calidad que compare la hiperpronación y la supinación-flexión para aportar evidencia definitiva. Se recomienda que el mismo sea precedido por una encuesta entre los médicos para establecer el grado de consenso clínico y para optimizar el diseño del estudio y el reclutamiento.