Tema 1. Urgencias Otorrinolaringológicas.


5. DOLOR FARÍNGEO AGUDO

El dolor de gargantaes un síntoma que habitualmente se debe a procesos banales (faringitis viral), pero en ocasiones puede ser exponente de un proceso con una importante morbilidad (fiebre reumática, glomerulonefritis postestreptocócica aguda) o, incluso, con riesgo vital (flemón periamigdalino, absceso retrofaríngeo, epiglotitis aguda).

Faringitis

Es un proceso inflamatorio difuso de los folículos linfoides de la faringe, con participación de la mucosa y de las estructuras subyacentes, que afecta con frecuencia a zonas contiguas, como las amígdalas, la mucosa nasal, la úvula y el paladar.

Es una causa muy frecuente de consulta; en la mayoría de los casos la infección es de origen vírico, y la actuación debe encaminarse a identificar las faringoamigdalitis de etiología bacteriana, que son las que requieren tratamiento antimicrobiano.

Clasificación

  • Inespecíficas: son las más frecuentes. Dentro de ellas, se incluyen las faringitis catarrales agudas, muy eritematosas, «rojas», de etiología preferentemente vírica, y las faringoamigdalitis eritemato-supurativas, «blancas», normalmente de origen bacteriano; el agente más importante, tanto por su frecuencia como por sus complicaciones, es Streptococcus pyogenes.
  • Específicas: son manifestaciones faríngeas de infecciones sistémicas, como la difteria (prácticamente desaparecida en países industrializados), la angina fusoespirilar, la herpangina, la mononucleosis infecciosa, etc.
  • Manifestaciones faríngeas de procesos sistémicos no infecciosos: se trata fundamentalmente de inflamaciones de la faringe que aparecen en el transcurso de enfermedades hematológicas, como la agranulocitosis o la leucemia aguda.

Faringitis viral

Es la causa más frecuente de faringitis eritematosa. Los virus implicados son múltiples: rinovirus, parainfluenza, adenovirus, virus respiratorio sincitial, Coxsackie A, herpes, etc. El «dolor de garganta» forma parte del síndrome denominado «resfriado común», caracterizado por fiebre, artromialgias generalizadas, estornudos, rinorrea y tos seca o escasamente productiva.

El tratamiento es sintomático y se administran fármacos con efectos analgésico, antipirético y antiinflamatorio.

Faringitis Bacterianas

  • Eritematopultácea

La más frecuente, sobre todo en niños, es la faringitis estreptocócica, producida por estreptococos betahemolíticos del grupo A (EBHGA).

Clínicamente, su comienzo es súbito, con odinofagia intensa, disfagia, fiebre elevada (38,5–40°C) precedida de escalofríos y cefalea relacionada con la fiebre, es decir, aumenta con la elevación de la temperatura y cede cuando ésta disminuye. En estos pacientes, la persistencia de una cefalea intensa, una vez controlada la temperatura, es un signo que debe alertar de una afección del SNC (meningitis). En niños es frecuente que curse con náuseas, vómitos y dolor abdominal, en ocasiones referido a fosa ilíaca derecha, lo que plantea el diagnóstico diferencial con la apendicitis aguda.

La exploración física evidencia un exudado faríngeo de coloración blanco-grisácea, que afecta de manera difusa a las amígdalas y a los pilares amigdalinos, y adenopatías laterocervicales anteriores y submandibulares dolorosas.

Cuando se acompaña de trismus o tortícolis cervical y se detecta una tumoración laterocervical flemonosa, hay que descartar un absceso periamigdalino, retrofaríngeo o laterocervical. Manifestaciones compatibles con resfriado común son un indicador de bajo riesgo de infección estreptocócica.

  • Mononucleosis Infecciosa

Es una enfermedad producida, en el 90% de los casos, por el virus de Epstein-Barr, que afecta principalmente a adultos jóvenes. Clínicamente, y después de un período de incubación de 4–6 semanas, comienza un cuadro de mialgias, astenia y malestar general, seguido de una faringitis (síntoma más frecuente en pacientes jóvenes) con faringe eritematosa, frecuentemente cubierta por un grueso exudado continuo, fiebre y adenopatías (cervicales anteriores y posteriores, inguinales y axilares). Puede detectarse esplenomegalia, hepatomegalia, ictericia y exantema maculopapular rosado en los brazos y el tronco, que aumenta en frecuencia si el paciente es tratado con ampicilina.

El curso de la enfermedad suele ser benigno, y los síntomas remiten en 2–4 semanas, aunque el malestar general y la astenia pueden durar meses. En algunas ocasiones pueden aparecer complicaciones, como rotura esplénica, vasculitis, miocarditis, anemia hemolítica, trombocitopenia, etc.

El diagnóstico de mononucleosis infecciosa en urgencias se basa en la clínica y en la aparición de leucocitosis con linfocitosis (> 10% de linfocitos atípicos) en la hematimetría con fórmula y recuento leucocitarios. Si el paciente tiene criterios de ingreso se solicita la determinación sérica de anticuerpos específicos heterófilos.

El tratamiento es sintomático:

  • Reposo en cama durante la fase aguda.
  • Adecuada hidratación oral, asegurando una ingesta mínima de 2.500–3.000 ml/día.
  • Analgésicos y antipiréticos
  • Corticoides si existe una hipertrofia amigdalina que obstruye la vía aérea, trombocitopenia grave o anemia hemolítica.

Intervenciones enfermería

  • Prevención de la hemorragia
  • Control de hemorragias
  • Manejo del shock
  • Manejo de la vía aérea
  • Enseñanza individual
  • Protección contra las infecciones
  • Precauciones para evitar la aspiración
  • Manejo de la vía aérea
  • Administración analgésicos
  • Manejo dolor
  • Manejo de la fiebre
  • Regulación de la temperatura