Durante la presencia de crisis
Las crisis parciales habitualmente son leves, no suelen alterar la conciencia y no suelen requerir más cuidados que la vigilancia y la administración de oxígeno al paciente.
Ante este tipo de crisis el personal de enfermería en urgencias debe tranquilizar al paciente y acompañantes respecto a esas “contracciones, sensaciones o conductas extrañas”.
En las crisis generales:
- Si la crisis ocurre con el paciente fuera de la cama, ayudarle a tumbarse en el suelo, evitando o conteniendo la caída.
- Permanecer con el paciente en todo momento.
- Observar: tipo de convulsión, tiempo de duración, características (dirección en la que se vuelven los ojos o la cabeza, pérdida de esfínteres…).
- Monitorizar tensión arterial, frecuencia cardiaca y saturación de oxígeno, valorar estado de conciencia, tamaño de las pupilas o alteración hemodinámica. Si se produce parada respiratoria, iniciar protocolo de reanimación.
- Garantizar la permeabilidad de la vía aérea.
- Intentar mantener la cabeza en posición lateral para un adecuado drenaje de las secreciones. Aspirar si precisa.
- Administrarle oxígeno para conseguir saturaciones por encima de 90%, mascarilla tipo ventura al 50% o preferiblemente con bolsa de reservorio.