Insulinas y Antidiabéticos Orales


2.3. Fármacos que inhiben la absorción de glucosa

Son los inhibidores de las alfa glucosidasas, especialmente la acarbosa y el miglitol.

Los hidratos de carbono son hidrolizados en el tubo digestivo en monohidratos para poder absorberse por medio de las alfa glucosidadas, la inhibición de estas enzimas reduce la formación de monosacáridos y por lo tanto la disponibilidad de glucosa y otras hexosas para ser absorbidas en el intestino, produciendo una elevación pospandrial de la glucemia menor y más tardía. Pueden utilizarse conjuntamente con los anteriores fármacos. 

 

Las reacciones adversas más frecuentes son de tipo gastrointestinal y mejoran al avanzar el tratamiento. No suelen producir hipoglucemia salvo asociados a insulina o sulfonilureas. Si aparece hipoglucemia ha de administrase glucosa, ya que los azúcares más complejos no serán absorbidos.  Debe evitarse su uso en caso de insuficiencia hepática.

 

 

2.4. Nuevos antidiabéticos orales

Están basados en las Incretinas que son hormonas gastrointestinales liberadas después de la ingesta de alimentos estimulando la secreción de insulina. Así, los simuladores de las incretinas activan el receptor para su liberación.

La exenatida se administra por vía subcutánea, dos veces al día generalmente antes de la comida. 

 

Sus efectos secundarios más comunes son las náuseas y los vómitos. La hipoglucemia es poco común salvo que se combine con otros fármacos. No debe administrarse en pacientes con insuficiencia renal moderada o grave. Por otro lado, la dipeptilpeptidasa 4 (DDP4) es una enzima que desactiva las incretinas. Al mantener la acción de las incretinas, aumenta la secreción de insulina, disminuye la de glucagón y mejora la hiperglucemia pospandrial y en ayunas. Se pueden administrar por vía oral como monoterapia o en asociación con otros fármacos y en general producen pocos efectos adversos.