Pronóstico
La mayoría de las víctimas fallecen por asfixia. Sin embargo, la morbimortalidad depende de las heridas asociadas al traumatismo del árbol traqueobronquial. El mejor pronóstico corresponde a los pacientes con heridas aisladas de la tráquea cervical por heridas penetrantes que son reparadas precozmente.
Traumatismo esofágico
Es raro y casi siempre asociada a traumatismos penetrantes.
Diagnóstico: sospecha clínica ante dolor torácico, disfagia, fiebre, enfisema mediastínico, neumotórax o hemotórax izquierdos o aparición de contenido intestinal por el tubo pleural. El diagnóstico se realiza por endoscopia o por estudios con contraste.
Tratamiento: reparación quirúrgica o derivación de los segmentos esofágicos proximal y distal a la lesión al exterior.
Traumatismo cardíaco
La clínica es variable, desde pasar desapercibida hasta manifestarse como arritmias graves y shock cardiogénico. Los cambios electrocardiográficos y la CK-MB son inespecificidad.
Diagnóstico: de confirmación si en ecocardiografía se identifican anomalías de la contractilidad, pericárdicas o valvulares.
Tratamiento: soporte hemodinámico y tratamiento de arritmias si es necesario.
El traumatismo cardíaco penetrante se manifiesta como Shock hemorrágico y hemotórax masivo (si el pericardio está abierto) o como taponamiento cardíaco (pericardio cerrado). Conlleva gran mortalidad in situ. Tratamiento quirúrgico.