Tema 1. Seguridad en el área quirúrgica.


10. RIESGO DE QUEMADURA, INCENDIO Y RIESGOS ELÉCTRICOS.

Una de las comprobaciones que Ana y Emilia realizaron al inicio de la jornada, consistió en cerciorarse de que los cables de toma de tierra de los equipos y estructuras del quirófano estén correctamente conectados.

Esta y otras barreras que se implementan a lo largo del proceso impiden que el paciente y el equipo sufran incidentes relacionados con el frecuente uso de la electricidad en el campo quirúrgico y con la presencia de elementos fácilmente combustibles como el oxígeno y los desinfectantes con base alcohólica.

El uso de la energía eléctrica como parte de las intervenciones quirúrgicas, no ha dejado de incrementarse desde que se universalizaron los generadores de estado sólido y los terminales de un solo uso de bajo coste. Pero este empleo entraña un riesgo de electrocución o quemadura que depende de la modalidad de energía utilizada y la presencia de elementos combustibles. Además de la electrocirugía, otras herramientas y técnicas usadas en quirófano pueden causar daño por quemadura al usuario o generar un incendio en la sala de operaciones.

El funcionamiento básico de la electrocirugía monopolar implica el paso de corriente eléctrica a través del organismo del paciente. En este tipo de electrocirugía, la corriente ha de entrar por el electrodo activo y salir por un electrodo de retorno o indiferente (placa de toma a tierra), que devuelve la corriente al equipo generador.

Las quemaduras en esta modalidad suelen estar relacionadas con fallos en el electrodo de retorno, por un contacto defectuoso o insuficiente. Esas quemaduras suceden pese a las barreras suplementarias adoptadas, como la monitorización de calidad de contacto, que impide al electrogenerador funcionar si no hay buen retorno. Otras quemaduras relacionadas con electrocirugía se producen por contactos no percibidos de la piel del paciente con objetos metálicos o elementos metálicos del quirófano.

El electrodo de retorno o placa de toma a tierra, ha de colocarse en una zona anatómica con buena musculatura, libre de prominencias óseas y en proximidad al campo quirúrgico, sobre piel sana con escaso vello y con la orientación adecuada según las especificaciones del fabricante del electrogenerador.


La modalidad bipolar no necesita de la presencia de electrodo de retorno, pero sí ha de cumplir con el requisito de que el electrogenerador tenga conexión de toma a tierra.

El riesgo de incendio en quirófano (afectando o no al paciente), viene condicionado por la presencia de elementos combustibles, medio enriquecido en oxígeno y elementos de ignición.
El fuego puede producirse en el campo quirúrgico, la vía aérea y equipos de electrocirugía entre otros.

Los combustibles más habituales son los agentes desinfectantes de base alcohólica, los gases internos de órganos cavitados (sistema gastrointestinal principalmente), los gases anestésicos (en cirugías cerca de cabeza y cuello) y materiales textiles.
Los elementos de ignición más frecuentes son los ya señalados, equipos de electrocirugía, brocas y sierras (por calor y fricción), fuentes de luz y láser.

Los riesgos eléctricos, en general no afectan directamente al paciente o al campo quirúrgico, pero pueden condicionar un retraso importante en la cirugía y daños al personal o los equipos. Se relacionan con la presencia de líquido libre en suelo o superficies y el uso de extensiones o conexiones no homologadas o mal aisladas