Tema 1. Seguridad en el área quirúrgica.


4. LA RECEPCIÓN DEL PACIENTE QUIRÚRGICO

Ana sabe que al llegar el paciente a la puerta del quirófano, se producen los 5 minutos más importantes de la intervención. La entrevista y revisión del paciente se considera una última oportunidad de descubrir riesgos prevenibles no detectados hasta el momento. Por ejemplo, riesgos derivados de la prolongación de la espera al programar la intervención.

Aunque la metodología del LVSQ de la OMS no señala a un único “responsable” de la verificación, el listado suele cumplimentarlo en cada fase una única persona, pero su correcta realización depende de la participación de los profesionales implicados en la intervención.

Además, Ana reconoce que esta entrevista constituye en sí misma un acto terapéutico que le permite establecer contacto con el paciente, para identificar sus dudas y ayudarle a superar la angustia y el posible estrés adicional que esta produce.

Ana se acerca al paciente y se presenta estableciendo contacto, tanto con la mirada, como con el tacto. En ese momento le explica que va a realizar unas preguntas de comprobación rutinarias.

En esta primera fase del LVSQ es donde la participación del usuario es más habitual e importante y permite abordar:

  • Errores de identificación del paciente.
  • Errores relativos a la intervención quirúrgica a realizar, a su localización o su lateralidad.
  • Déficits de información sobre la intervención o vía de abordaje.
  • Errores relativos a la suspensión de tratamientos previos o sus medidas correctoras.
  • Errores sobre las medidas de preparación estándar y específica para la intervención.
  • Cumplimiento del ayuno prequirúrgico o la administración de solución glucosada en los casos en los que este indicado.

A muchos profesionales, esta comprobación “reiterada” les parece que puede asustar al paciente, pero los estudios demuestran su utilidad y que con la explicación adecuada, los pacientes lo asumen como algo normal. Se considera un paso que se encuentra aceptado en la “Lex artis” de la práctica profesional y su omisión puede ser un agravante en caso de producirse un evento adverso.


Ana y Emilia, su compañera, buscan en la historia clínica los documentos del consentimiento informado y comprueban con el paciente su firma, ofreciéndole la oportunidad de preguntar sus dudas e inquietudes.

También la historia clínica constituye una fuente de información en la revisión prequirúrgica. Ana y Emilia puede comprobar las constantes vitales del paciente desde el ingreso, saber si tiene reserva de sangre y cuantas unidades, los tratamientos previos, tanto domiciliarios como durante el ingreso y la valoración de la consulta de preanestesia.

La comprobación en la historia clínica de los datos de la consulta de preanestesia permite anticipar las necesidades de equipos, como en el ejemplo de casos de intubación difícil.

Especial interés merece en esta fase la comprobación de la profilaxis antibiótica (si está indicada), ya que aunque el documento original de la OMS recomienda realizar esta comprobación en la siguiente fase (antes de la incisión), en nuestro entorno resulta pertinente realizarla al recibir al paciente, ya que la realización de una acción correctora adecuada permitiría realizar la intervención sin riesgos añadidos para el paciente.

La administración de la profilaxis antitrombótica y la suspensión de tratamientos anticoagulantes o antiagregantes, se comprueba tanto en la historia clínica como con el paciente, pues en muchos casos (en especial en cirugía CMA), esta pauta ha de ser iniciada en el domicilio.


Emilia comprueba “in situ” que su paciente no porta ningún objeto que se pueda retirar, que no lleva dentadura postiza o lentillas y que la retirada del vello se ha realizado de forma correcta.

Realizar la comprobación visual de la retirada de objetos y vello requiere destapar al paciente. Esto debe hacerse garantizando su intimidad, así mismo ha de tenerse en cuenta que la retirada de las ayudas auditivas y visuales puede dificultar la capacidad del paciente para comunicarse con el equipo, lo que puede representar un riesgo que ha de valorarse.