El shock es un síndrome complejo que aparece como consecuencia de una insuficiente oxigenación de los tejidos o de un aporte insuficiente de nutrientes para mantener las necesidades metabólicas de la célula.
El aparato circulatorio presenta una incapacidad aguda para aportar a los tejidos la cantidad de sangre que requieren en cada momento, originando una inadecuada perfusión tisular y una disminución drástica (por debajo de los mínimos necesarios para la vida) del aporte de oxígeno y de nutrientes a la célula.
1. TIPOS
Desde un punto de vista fisiopatológico se clasifican en:
- Hipovolémico. Disminución del contenido vascular, ya sea por pérdidas o por acumulación de líquido en el tercer espacio. Las causas más frecuentes son: hemorragia, vómitos, diarrea y quemaduras.
- Cardiogénico. Es secundario a la existencia de un fallo miocárdico intrínseco. Sus causas más frecuentes son el infarto agudo de miocardio (IAM), la miocarditis, la insuficiencia valvular aguda y las arritmias.
- Obstructivo. Es consecuencia de un fallo miocárdico extrínseco. La tromboembolia pulmonar, el taponamiento cardíaco y el neumotórax a tensión son las causas más representativas de este tipo de shock.
- Distributivo o vasogénico. Alteración entre el continente y el contenido vasculares por vasodilatación. Las causas más frecuentes son el shock séptico, el anafiláctico y neurogénico.