2. PREPARACIÓN DEL QUIRÓFANO
Ana nota que hace calor en el quirófano y comprueba que el sistema de ventilación está detenido. Sabe cómo ponerlo en marcha y lo hace al instante. Aún así, pasarán 15 minutos para que el quirófano llegue a las condiciones de presión y temperatura adecuadas. Sin embargo, estará listo para cuando tenga que pasar al paciente.
Como indicamos al principio de este tema, una de las características definitorias del entorno quirúrgico respecto a la seguridad, viene marcada por las particularidades de su estructura y por las normativas técnicas que la rigen. Aunque existe gran variedad, se trata de distinguir:
- Una zona limpia por la que se introduce en el quirófano al paciente.
- Los materiales y los equipos limpios.
- Zona sucia por la que salen los residuos y los materiales sucios del quirófano.
De acuerdo a la normativa ISO 14664-1, los quirófanos se clasifican en los siguientes grupos atendiendo a la idoneidad de las instalaciones y al sistema de ventilación para cada tipo de cirugía:
- Clase A ISO 6: cirugía especial que incluye aquellos quirófanos de cirugía ortopédica en los que se implantan prótesis, neurocirugía, cirugía cardiaca, cirugía vascular con prótesis o trasplante de órganos.
- Clase B ISO 7: cirugía convencional.
- Clase C ISO 8: cirugía ambulatoria y partos.
Cada clase de quirófano debe cumplir unos requisitos técnicos y tener un equipamiento diferente. Los quirófanos más comunes son los de clase B, que tienen sistemas de ventilación de triple filtrado sin entrada directa de aire exterior. Estos quirófanos mantienen:
- Un diferencial de presión positivo >10Pa entre el interior y el exterior.
- Una humedad relativa entre el 45% y 55%.
- Una temperatura de 21º C (-1º C + 3º C).
- 40 reciclados del volumen de aire total cada hora, de los que 1200 m3/h serán de aire exterior debidamente filtrado, con una velocidad de 0,2 o 0,3 m/seg en el campo o mesa de operaciones, con un nivel de ruido no mayor de 40 db.
La normativa técnica también incluye una limpieza completa diaria de los quirófanos, incluso cuando no se hayan utilizado. En los días de actividad, a esta limpieza se añade una inicial antes de poner en marcha el quirófano.
Ana revisa la limpieza del quirófano, el funcionamiento de la mesa quirúrgica, las lámparas, la aspiración central y conecta y enciende el equipo de electrocirugía. Comprueba también la aspiración de anestesia y enciende y realiza el chequeo del respirador y del monitor comprobando el funcionamiento del pulsioxímetro de forma particular. Por último, comprueba el funcionamiento de los laringoscopios y carga la medicación de emergencia estándar según el protocolo de su centro.
Pero el quirófano de Ana está lejos de poder ponerse a funcionar. La estructura general de un quirófano común, apenas puede responder a las necesidades de una intervención quirúrgica. De la información del parte quirúrgico, y de la experiencia de Ana respecto a los recursos, usos y costumbres del hospital, depende la necesidad de localizar y/o desplazar equipos específicos (arco de RX, torre de cirugía mínimamente invasiva, microscopio, etc.), accesorios para la posición quirúrgica, equipos de protección, equipos de cobertura de campo quirúrgico, cajas de instrumental, material fungible, etc.
En todo este flujo de información, subyacen problemas de seguridad que son perfectamente evitables con una adecuada planificación y entrenamiento.
Con Ana, trabaja hoy Teresa, técnico en cuidados auxiliares de enfermería del quirófano. Ambas acuden a la zona de almacén limpio para recoger los equipos de cobertura quirúrgica, materiales fungibles y cajas de instrumental para las intervenciones. Teresa conoce la localización de los materiales y su disponibilidad, así cómo se realiza el proceso de suministro y/o esterilización para obtenerlos en el tiempo necesario.
La correcta preparación de los materiales precisos para las intervenciones, influye en los tiempos quirúrgicos y por ende en el riesgo al que se ve sometido el paciente, pues existe una relación lineal entre la morbi-mortalidad quirúrgica y la prolongación de las intervenciones, incluso se ajusta los niveles de riesgo de los pacientes o la agresividad de las intervenciones.