3. CLASIFICACIÓN DE LOS RIESGOS QUIRÚRGICOS
Las intervenciones quirúrgicas son por su propia naturaleza una agresión y por ende un riesgo que se añade a los riesgos que corresponden a la propia situación clínica del paciente. A esto se añade, que los efectos de estos riesgos en su mayoría no se aprecian en el entorno quirúrgico, sino fuera del mismo e incluso fuera ya del hospital.
Por su formación y experiencia, Ana sabe que los riesgos a los que se somete el paciente en quirófano no “pertenecen” estrictamente a una categoría profesional o a un acto concreto, sino que se encuentran vinculados entre sí. Esto hace que sea primordial la existencia de una buena comunicación en el equipo. Pese a ello, clasificar los riesgos facilita su análisis.
Entre los riesgos inherentes al paciente podemos hablar de:
- Los relacionados con la edad: La termorregulación, limitaciones en el uso de medicación, limitaciones en la posición quirúrgica, etc.
- Los relacionados con sus enfermedades: Destacando las del sistema cardiovascular, respiratorio, renal y hepático. Pueden afectar a la estabilidad hemodinámica del paciente durante la intervención o limitar el uso de ciertos fármacos en la anestesia.
- Los relacionados con los tratamientos de sus enfermedades: Pueden implicar riesgo de hemorragia/hematoma (antiagregantes/anticoagulantes), alteraciones en el sistema cardiovascular, en el sistema excretor, etc.
- Los relacionados con las limitaciones del sistema osteoarticular: En ocasiones el paciente no puede adoptar la posición quirúrgica estándar para el abordaje planteado o corre riesgos en las movilizaciones.
Los riesgos inherentes a la intervención pueden derivar de:
- La vía de abordaje: Tanto la cirugía convencional, como la mínimamente invasiva, presentan riesgos. Por ejemplo, la absorción de CO2 o la pérdida de calor.
- La duración: El tiempo de intervención influye en la recuperación del paciente y aumenta el riesgo de otras complicaciones, en especial la infección de la herida quirúrgica.
- La posición quirúrgica: Los riesgos por decúbitos, compresiones nerviosas, lesiones de plexos nerviosos dependen de la posición quirúrgica y de la manipulación del paciente una vez anestesiado.
- La pérdida sanguínea: Las pérdidas de volemia superiores al 10% incrementan el riesgo de complicaciones en el paciente quirúrgico.
- Electrocución/quemadura: El uso de instrumentos de electrocirugía entraña riesgos de electrocución. El riesgo de incendio en quirófano es alto pues se cumplen todos los elementos necesarios, como son el combustible, oxígeno e ignición.
Los riesgos inherentes al proceso anestésico pueden derivar de:
- La vía aérea: La anticipación de eventos debidos a dificultades en la intubación o la posibilidad de causar daño en la vía aérea.
- Las técnicas de anestesia regional: La contaminación, el hematoma y la cefalea post-puncional.
- Otras circunstancias: los dependientes del dolor, de la relajación muscular o del nivel de consciencia del paciente durante la intervención y que pueden causar eventos adversos por movimientos incontrolados, estrés o angustia.